La futura primera ley de pandemias canaria obligará a los trabajadores de los sectores con más riesgo, públicos o privados, a presentar un certificado covid que bien justifique su vacunación o que no está contagiado a través de una prueba diagnóstica negativa. A partir del Decreto-Ley, que se publicará el próximo lunes, la Consejería de Sanidad tendrá las herramientas para determinar en qué ámbitos laborales se impondrá esta nueva medida, que posiblemente afectará a colegios e institutos, residencias de ancianos y el ámbito sanitario. Se trata de un método, según afirmó el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, tras el Consejo de Gobierno celebrado el jueves, para dar "seguridad" a la actividad laboral y así poder evitar, entre otras cosas, "que un profesor pueda estar dando clase a 20 o 25 niños menores de 12 años, que no están vacunados, contagiado". En la actualidad, esta exigencia ya rige en la llegada de pasajeros nacionales y en el alojamiento hotelero de Canarias.

La primera ley de la pandemia será más laxa que la normativa actual. Los 28 artículos y las 80 páginas que lo componen permitirán a Canarias hacer frente a la evolución de la pandemia. Y es que el Gobierno de Canarias ha tratado de establecer un marco regulatorio para "futuras contingencias", como la aparición de nuevas variantes, pero teniendo en cuenta que ya 70% de la población está ya vacunada frente a la covid-19. Concretamente, el jueves, y tras administrar más de tres millones de dosis, Canarias ha alcanzado el 70,8% de la inmunidad colectiva, es decir, contabilizando no solo a la población diana sino a toda la población general.

Abre el ocio nocturno

Tal es la laxitud, que esta nueva ley permitirá, a partir del mismo lunes, la reapertura del ocio nocturno, que lleva cerrado desde agosto de 2020. Tampoco establece medidas de cierre para ningún otro tipo de actividad específica. Sin embargo, como recalcó el presidente, "se puede flexibilizar o endurecer" ante las necesidades futuras que puedan emanar de la evolución de la pandemia.

La ley, que se ha redactado teniendo en cuenta las normativas establecidas en Aragón y País Vasco, establece aforos menos duros en los niveles más altos de riesgo así como un horario de cierre de las actividades nocturnas más tardía. Esto se traduce en que, en nivel 1, se establecerá un aforo interior del 75% y del 100% en exteriores así como un horario de cierre a las 03:00 horas de la madrugada. En nivel 2, el aforo interior será del 50% y de un 75% en exteriores con un horario de cierre a las 02:00 horas. En lo que se refiere al nivel 3, el aforo interior quedará restringido al 40% y el exterior al 75%, con un cierre total de la actividad a la 01:00 horas. Por último, en nivel 4, tan solo se restringirá el aforo interior de los establecimientos al 25% –manteniendo el 75% en exteriores– y no se variará tampoco el horario de cierre, que permanecerá a las 01:00 horas, como en nivel 3.

Mismo límite en reuniones

No obstante, el nuevo Decreto-Ley mantendrá las mismas restricciones de grupos que fueron ratificadas justamente en el día de ayer por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC). Es decir, establecerá reuniones de un máximo de 10 personas en nivel 1, 6 en nivel 2 y 4 en los niveles 3 y 4. Asimismo normativa también abre la puerta a la posibilidad de que el certificado covid pueda solicitarse también en las zonas interiores de otras actividades no laborales aunque esto, según Torres, queda, por el momento, supeditado a un marco regulatorio estatal en el que estaba previsto trabajar una vez se alcanzara el 70% de la inmunidad de grupo.

Esta ley canaria de pandemias, la primera de Canarias, entrará en vigor el próximo lunes, cuando el Gobierno de Canarias tiene previsto publicarlo en el Boletín Oficial de Canarias (BOC). Y, a partir de entonces, se deberá cumplir en las Islas que se encuentren en cada nivel de riesgo. Esto significa que Tenerife –que bajó ayer de nivel gracias a la mejora de sus indicadores–, Gran Canaria y Fuerteventura, deberán acatar estas nuevas normas de nivel 3 a partir del lunes y lo mismo ocurrirá con las islas que se encuentran en nivel 1, que desde ayer son, además de El Hierro y La Gomera, Lanzarote y La Palma.

"La pandemia no está superada"

En este sentido, y tras manifestar que no queda ninguna isla encuadrada en nivel 4 de riesgo el, presidente del Gobierno, se congratuló porque Canarias «ha doblegado» la curva, aunque acompañó su mensaje positivo con una advertencia: «la pandemia no está superada». De hecho, no lo hará hasta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no lo considere como tal.

La quinta ola se difumina

El informe de Salud Pública que analizó el Consejo de Gobierno refleja la bajada sostenida de incidencia acumulada en las últimas semanas. En concreto, en Canarias se han notificado 1.168 casos en la última semana, lo que representa una disminución de entorno al 30% con relación a la semana anterior (18 a 24 de agosto, en la que se declararon 1.684 casos). Aún así, desde la Dirección General de Salud Pública se insiste en que esta quinta ola producida por la variante Delta no ha finalizado y que el virus no ha desaparecido por lo que se insiste en la importancia de la vacunación y en el mantenimiento de ciertas medidas- El número de defunciones diarias también ha comenzado a descender en los últimos días tras un notable incremento desde la última semana de julio. En esta semana se han producido 17 exitus, 9 menos que la semana anterior. Por su parte, El número de camas convencionales ocupadas por pacientes covid-19 se encuentra en descenso en toda Canarias donde se ha pasado de tener más 370 camas ocupadas a 351. La ocupación de críticos también ha descendido, aunque en menor medida.

Rechazo a atender a negacionistas

La Asamblea7Islas, que agrupa a 11.000 trabajadores del Servicio Canario de Salud, advierte a la Consejería de Sanidad que existe un rechazo de muchos trabajadores a tratar pacientes contagiados declarados negacionistas. En este sentido, han solicitado informe jurídico para quienes quieran acogerse a la objeción de conciencia. Como explican, la objeción de conciencia es el rechazo a cumplir «algo prescrito por la ley, ya que los efectos de su cumplimiento se conisderan contrarios a las propias convicciones ideológicas, morales o religiosas». «El no vacunarse es perjudicial para la salud individual y colectiva y puede llevar a la muerte, sobre todo de los más vulnerables», reza el sindicato en un comunicado. Asimismo aseguran que hay 30 pacientes declarados negacionistas en la UCI y planta.