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Precio del crudo

La escalada del petróleo tropieza con las dudas sobre la recuperación

El barril de referencia en Europa subió un 299% del mínimo de 2020 hasta principios de julio y desde entonces cae el 14%

Una refinería de petróleo en Kuwait. EFE

La escalada en que lleva inmerso el petróleo desde abril del año pasado comienza a dar síntomas de debilidad ante las incertidumbres que se ciernen sobre la fortaleza de la recuperación económica mundial. Todavía está por ver si se trata de unos titubeos transitorios o marcan un cambio de tendencia, pero lo cierto es que en las últimas semanas el precio del barril está cayendo por las dudas sobre el impacto de la variante delta del coronavirus en la demanda global de crudo, así como por el efecto sobre el dólar de una posible retirada este mismo año por parte de la Reserva Federal estadounidense de medidas extraordinarias de apoyo a la economía, además de por la tensión geopolítica generada por Afganistán.

Como en muchos otros ámbitos, la pandemia ha provocado comportamientos sin precedentes en el petróleo. En abril del año pasado, en pleno tsunami de incertidumbre sobre el alcance del coronavirus, el barril de referencia en Estados Unidos (West Texas) llegó a cotizar en negativo (-37,63 dólares, es decir, que el vendedor pagaba al comprador porque no tenía capacidad de almacenamiento), mientras que el de referencia en Europa (Brent del Mar del Norte) se desplomó hasta los 19,33 dólares. Posteriormente comenzaron a encarecerse con fuerza a medida que se aclaraba el panorama sobre el impacto económico de la pandemia y comenzaba después la recuperación económica. A principios del pasado julio se vendían en torno a los 75 y los 77 dólares, respectivamente, máximos desde finales de 2018.

Por ponerlo en perspectiva, el precio del barril de Brent el pasado 5 de julio (77,16 dólares) era un 299% superior al mínimo de abril de 2020, un 79% mayor al de comienzos de julio del año pasado (43,1 dólares) y un 48% más caro que en el arranque de 2021 (51,8 dólares). Desde aquella fecha, sin embargo, ha experimentado bastantes titubeos, hasta el punto de abrir este viernes a 66 dólares, su nivel más bajo desde finales de mayo y un 14% por debajo de la cota alcanzada a principios del mes pasado. El West Texas también ha caído hasta los 63 dólares, un 16% por debajo del nivel de entonces.

Demanda menguante

El descenso responde por un lado a las perspectivas de menor demanda. "La debilidad del precio del petróleo se ha visto impulsada por el aumento de los temores sobre la recuperación de la demanda mundial, ya que la variante delta se ha extendido. Especialmente en Asia, que es la región más importante para la demanda de petróleo, y donde la variante delta ha tenido el mayor impacto en la actividad económica y en nuevos confinamientos. Asia representa el 37% de la demanda de petróleo estimada para este año, y los nuevos casos del virus por millón se han duplicado con creces en el último mes, hasta alcanzar los 58 por millón", ha apuntado Ben Laidler, estratega de eToro.

De hecho, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) revisó hace una semana un 5,3% a la baja su previsión de crecimiento de la demanda de crudo para el resto de 2021 ante el impacto de las nuevas variantes del coronavirus. Según sus cálculos, el consumo mundial de petróleo aumentó en 3,8 millones de barriles en junio, impulsado por la mayor movilidad en Norteamérica y Europa, pero el alza "revirtió abruptamente su curso en julio y las perspectivas para el resto de 2021 se han degradado debido al empeoramiento de evolución de la pandemia". En cambio, la OPEP, que agrupa a países que concentran el 40% de la producción mundial, negó dicho impacto y mantuvo sus previsiones de demanda.

Oferta excesiva

El otro factor que explica la caída del barril viene, precisamente, por el lado de la producción: el mayor crudo disponible en el mercado justo en un momento de menor demanda del mismo. "La debilidad del precio también se explica por la decisión de la reunión de la OPEP+ (que incluye a otros 10 países productores, como Rusia y México) del 18 de julio de aumentar significativamente la oferta de petróleo, deshaciendo de hecho todos sus recortes de 2020 para finales de este año. Esto equivale a 9,7 millones de barriles de producción diaria, o más del 10% de la oferta actual, que volverán al mercado este año", ha añadido el analista de eToro.

También afecta la subida del dólar, en máximos de los últimos nueve meses ante la creciente posibilidad de un endurecimiento de la política monetaria de Estados Unidos a finales de curso o principios del próximo y por el hecho de ser un valor refugio para los inversores en momentos de dudas como los actuales. El petróleo se negocia en dólares, con lo que cuando la moneda está fuerte el crudo se encarece para los poseedores de otras divisas, lo que también afecta a la demanda.

Subidas a medio plazo

Los expertos, en cualquier caso, estiman que se trata de un impacto transitorio y que los precios del crudo volverán a subir el año que viene. "La variante delta está retrasando, no descarrilando, la recuperación de la demanda de petróleo. Los impactos se suavizarán y las economías se reabrirán más a medida que aumenten las vacunaciones y disminuyan los nuevos casos. La oferta seguirá siendo muy ajustada. La OPEP+ tiene una capacidad limitada para añadir producción tras los últimos aumentos anunciados, mientras que las adiciones de oferta de otros productores siguen siendo más lentas de lo esperado", ha expuesto Laidler. 

A ello se suma que los tratados y compromisos internacionales de reducción de emisiones contaminantes hacen que "las compañías petroleras no tienen muy claro si les compensa invertir en nuevos proyectos de extracción", lo que también puede afectar a la oferta a medio y largo plazo, como han señalado desde Portocolom.

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