El primer trimestre del 2021 ha empezado con más debilidad de lo esperado, como consecuencia de la tercera ola de la pandemia, y esta es la razón principal que ha llevado al Banco de España a recortar en ocho décimas su previsión de crecimiento para esta año (del 6,8% pronosticado en diciembre al 6% actual), al tiempo que ha mejorado las expectativas para el 2022. El Banco de España prevé ahora que el PIB crecerá el 5,3% el año próximo (frente a la estimación anterior del 4,2%) y el 1,7% el siguiente, de modo que, en su escenario central, la recuperación de los niveles de PIB pre-pandemia tendría lugar en el 2023.

"El año 2021 irá de menos a más", explicó este martes el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, durante la presentación de las nuevas proyecciones del organismo. En todo caso, la nueva previsión para el 2021, con un crecimiento del 6%, queda muy por debajo de la formulada en octubre por el Gobierno, que proyectó un avance del 9,8% para este ejercicio, impulsado por la inversión vinculada con los fondos europeos. Cabe la posibilidad de que en el Programa de Estabilidad que el Ejecutivo debe remitir a Bruselas antes del 30 de abril el Ministerio de Economía corrija en alguna medida las estimaciones que formuló en octubre.

El Banco de España es mucho más pesimista que el Gobierno al estimar el impacto de los fondos europeos en el crecimiento del PIB en el 2021. La previsión del Ejecutivo de un crecimiento del 9,8% se basa en la plena absorción de los 27.000 millones incorporados en los Presupuestos Generales del Estado a cuenta de los fondos europeos. El Banco de España, sin embargo, calcula que este año apenas podrá ser absorbido el 55% de esa cantidad; el resto se trasladará al año próximo en forma de un mayor rebote de la actividad en el 2022.

Paro, déficit y deuda

A pesar del menor crecimiento previsto ahora por el Banco de España para el 2021, las proyecciones publicadas este martes mejoran la evolución del empleo respecto a lo proyectado en diciembre. El organismo estima que la tasa de paro se elevará desde el 15,5% de la población activa del 2020 a una media del 17% en el 2021. En todo caso, esta tasa nueva proyección, del 17% es inferior a la prevista en diciembre (18,3%) y la razón principal tiene que ver con la decisión de enero del Gobierno de prorrogar hasta finales de mayo la protección pública a los ertes. Para el 2022 se prevé una tasa media de paro del 15,1% y para el 2023, del 14,1%.

De acuerdo a estas previsiones, el déficit público bajará del 10,5% estimado para el 2020 al 7,7% en el 2021 y a 4,8% en el 2022. La deuda pública llegará al 117,9% del PIB en este ejercicio.

En relación a la inflación, el Banco de España eleva ahora al 1,4% el IPC medio previsto para el 2021 (frente al 0,6% que estimó en diciembre). El organismo considera que el repunte de los precios con que se ha iniciado el año tendrá en gran medida una naturaleza transitoria y que se moderará en la segunda mitad del ejercicio. Para el 2022 y el 2023 se proyectan tasas del 0,8% y el 1,2% respectivamente, claramente por debajo de la referencia para la estabilidad de precios del 2%.

Tres escenarios

El Banco de España reconoce, en todo caso, "un elevado grado de incertidumbre" en las perspectivas económicas, vinculado a la evolución de la pandemia, el proceso de inmunización y las secuelas que todo ello pueda dejar sobre el tejido productivo y laboral, en forma de destrucción de empresas o de paro de larga duración. La evolución económica también dependerá del comportamiento de los hogares (en relación a su consumo y su ahorro) y de los movimientos turísticos. Por eso, el escenario central de las proyecciones del Banco de España incorpora también otros dos alternativos, en función de la mejor o peor evolución de estas variable.

En su escenario más suave de previsiones, el Banco de España eleva al 7,5% y el 5,5% el crecimiento previsto para este año y el próximo. En el supuesto más severo, las proyecciones se recortan al 3,2% y el 4,6% respectivamente.

Primer trimestre negativo

El ejercicio 2020 acabó con una sorpresa positiva en el cuarto trimestre (con un crecimiento del 0,4% a pesar de que las estimaciones previas del Banco de España habían apuntado una caída del 0,8%). El 2021, sin embargo, ha empezado con un sesgo negativo, según ha reconocido la propia vicepresidenta económica, Nadia Calviño, como consecuencia de la tercera ola de la pandemia y de las nuevas restricciones en la actividad económica. En su escenario central, el Banco de España prevé una caída trimestral del 0,4% en el PIB de los tres primeros meses del año y desplaza al segundo semestre un fuerte repunte de la actividad impulsado por el avance de la vacunación y una cierta recuperación del turismo y del consumo privado.

La recuperación plena del turismo, en el 2023

En su escenario central de previsiones, el Banco de España incluye la posibilidad de que en los próximos trimestres surjan nuevos brotes del virus. Se proyecta, además, que la progresiva administración de las vacunas permita una retirada gradual de las medidas restrictivas del movimiento, hasta su desaparición prácticamente plena a finales de 2021. También se prevé una progresiva reducción de la tasa de ahorro de las familias aunque en el 2023 aún se situaría por encima de los niveles pre-pandemia. Asimismo, la naturaleza incompleta del proceso de vacunación durante los próximos trimestres haría que los flujos de turismo receptor no alcancen un grado relativamente elevado de normalización hasta 2022.

La previsión central del Banco de España parte de la estimación de que en el tercer trimestre del 2021 se podrá recuperar aproximadamente la mitad del turismo internacional del verano del 2019. El organismo proyecta que en el verano del 2022 se recuperará el 85% del flujo turístico del 2019 antes de alcanzar una equiparación plena en el 2023.