El inicio del presente año ha estado marcado de nuevo por la pandemia, con una tercera ola que, además de las graves consecuencias para la salud de las personas, golpea de nuevo a una economía que se contrajo un 4% en 2020, la peor recesión tras la segunda guerra mundial. Sin embargo, a la par que las noticias negativas, crece la esperanza en que el proceso de vacunación masivo sirva como base para la progresiva normalización de la vida social y de la economía.

Esa luz al final del túnel que vemos, de  la mano de las vacunas, es la que permite hacer una previsión optimista de la economía para el presente año. El equipo de Estrategia de Mercados de Banca March, en un reciente encuentro digital para exponer el análisis y la visión sobre los activos de inversión para el 2021, calificaba este año como el de ‘La gran reapertura’ y consolidación del inicio de un nuevo ciclo.

Vacunas, claves para la recuperación

Si se cumplen las previsiones sobre el pro- ceso de vacunación, en el tercer trimestre del año nos acercaremos a la inmunidad de rebaño en los países tras ser vacuna- da más de la mitad de la población de los países desarrollados a mediados de verano. Por tanto, la paulatina normalización de la situación sanitaria –con la vuelta a la actividad y la movilidad–, junto con los estímulos de gobiernos y bancos centrales, podrían ser las bases para un crecimiento de la economía. Tras el verano se recuperarían los niveles precovid, y se podría cerrar el año con una cifra positiva del 5,2%, en un escenario central.

Banca March espera una recuperación sincronizada, aunque con puntos de partida muy diferente entre países . De esta forma, en economías más expuestas a la interacción social, como es el caso de España, la recuperación podría retrasarse tres trimestres más.

Banca March, sede de Palma de Mallorca.

 La renta variable, lo más atractivo

Con una renta fija que ofrece menos potencial de rentabilidad en un proceso de normalización de la economía, que conllevaría el riesgo de aceleración de las expectativas de inflación –afectaría especialmente la deuda de mayor duración-, el equipo de Estrategia de Mercados de Banca March sí encuentra oportunidades en la renta fija de países emergentes y, en concreto, en divisa local.

Sin embargo, es la renta variable la que ofrece mejores perspectivas, con más recorrido de rentabilidad, sobre todo por el crecimiento de los beneficios. Joan Bonet, director de Estrategia de Mercados de la entidad, considera que 2021 será un buen año para “combinar la exposición a algunos de los sectores que se han visto más penalizados por la crisis y que, gracias a la reapertura económica, se beneficiarán de la recuperación cíclica, con la inversión en tendencias de crecimiento de largo plazo como tecnología, 5G, digitalización, transición energética, renovables y movilidad sostenible”.

Nuevas soluciones de inversión

En los últimos años los especialistas de Banca March han defendido la idea de un ciclo económico e inversor diferente que les ha llevado a incorporar nuevas soluciones de inversión a las ya existentes en su oferta.

Este enfoque combina la gestión activa de las inversiones más tradicionales y la incorporación de estrategias satélite no tradicionales, como los proyectos de coinversión, la gestión alternativa o la apuesta por tendencias de crecimiento a largo plazo basadas en la transformación que sucede a nuestro alrededor. El resultado de esta combinación son carteras personalizadas que siguen la misma filosofía de los inversores institucionales de largo plazo que buscan hacer perdurar el patrimonio entre generaciones.

En la parte más tradicional, la convicción de que la recuperación iniciada en el 2020 no descarrilará este año fundamenta las apuestas de carácter más táctico de Banca March, a favor de los sectores de carácter cíclico, o el sesgo hacia compañías de capitalización mediana y pequeña.

Respecto a los satélites, la trasformación global seguirá generando viento de cola más allá de este 2021 para ciertas dinámicas de crecimiento a largo plazo como la tecnología, la salud, los cambios demográficos, la transición energética o la sostenibilidad. La gestión alternativa aporta opciones de riesgo medio y retorno asimétrico en en- tornos de menor correlación y mayor vola- tilidad. Finalmente, la coinversión permite aprovechar las oportunidad de obtener una prima de iliquidez invirtiendo directamente en la economía real.

El acceso a las estrategias más especializadas se hace de la mano de socios estratégicos de Banca March que complementan sus capacidades compartiendo la filosofía de inversor prudente de largo plazo. De este espíritu nacen soluciones como la gestión alternativa (acuerdos con K2 Advisors-Franklin Templeton o Banque Syz), proyectos de transición energética (junto con Tikehau), acceso a los mejores especialistas en capital riesgo (a través del primer fondo de fondos de Banca March), financiación alternativa (Oquendo) o la sostenibilidad y el impacto (acuerdos con J Safra Sarasin y CPR Amundi).

La fórmula de Gestión Discrecional de Carteras, que contempla una selección de productos de arquitectura abierta con una gestión activa, ha obtenido excelentes resultados en 2020. Todas las carteras modelo registraron rentabilidades positivas en el complicado pasado año, desde el 3,3% de la cartera de perfil más defensivo, exclusivamente de renta fija, hasta el 30% de Next Generation y su apuesta por megatendencias globales.