"Necesitamos querer y confiar. España quiere y puede y claro que podrá". Pedro Sánchez concluía su intervención, de cerca de una hora, con una llamada al ánimo colectivo para afrontar una etapa "difícil", aunque "apasionante", la de la reconstrucción del país pasado el primer golpe de la emergencia sanitaria por el covid. Era el broche de la presentación en la Moncloa de las líneas maestras del 'Plan de recuperación, transformación y resiliencia de la economía española', en la que avanzó que los fondos europeos permitirán sumar 2,5 puntos de PIB y crear 800.000 puestos de trabajo en los próximos tres años.

El presidente del Gobierno, en una puesta de largo abierta y cerrada por el himno europeo, interpretada al piano por James Rhodes, y seguida por videoconferencia por todos los ministros, agentes sociales, los embajadores de la UE y representantes de la sociedad civil, avanzó que se movilizarán 72.000 millones de euros procedentes de la UE en el periodo 2021-2023 —59.000 del fondo de recuperación y resiliencia y 12.400 del React-EU— para acelerar la transformación de la economía. Pero además se ejecutarán en ese mismo plazo, y no en seis años, para que los efectos de la brutal inyección de recursos se noten rápidamente. Dinero al que hay que sumar los 79.000 millones de fondos estructurales y de la Política Agraria Común (PAC). De los 72.000 millones, el 37% serán inversiones dedicadas a la transición ecológica, y el 33% lo acaparará la tranformación digital.

Pero además de esos grandes números, y de la definición de las diez políticas tractoras, el jefe del Ejecutivo destinó una segunda parte de su exposición a la gobernanza de esos fondos y a la remoción de todas las trabas administrativas posibles: "No podemos