Los contratos laborales firmados entre marzo y junio, meses en los que España estuvo bajo estado de alarma por el coronavirus, se redujeron a la mitad de los registrados un año antes, sobre todo por el desplome que experimentaron los temporales.

Desde que se declaró el estado de alarma el 15 de marzo y hasta el 21 junio cuando terminó, el mercado laboral español registró 3,9 millones de contrataciones, el 48% menos que un año antes, y en su composición se mantuvo la tónica habitual de que sólo una de cada diez fuera indefinida, según los datos publicados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Así, en estos cuatro meses se realizaron 395.520 contratos indefinidos (44,5% menos que en el mismo periodo de 2019) y 2,54 millones de temporales (el 62,8% menos).

La caída interanual de la contratación no fue igual durante todo el confinamiento, siendo superior la registrada en abril (62%) y mayo (60%), mientras que en junio ya mostró signos de moderación (42%). Y es que, sólo en el mes de junio se llevaron a cabo 1,16 millones de contratos, 850.000 menos que un año antes, de los que un millón fueron temporales (43% menos) y el resto, indefinidos (34% menos).

De esta forma, la contratación vuelve a acercarse a la tradicional ratio de un indefinido por cada nueve eventuales, algo que lleva a UGT a denunciar que, de nuevo, el mercado laboral saldrá de la crisis con empleo temporal y precario "gracias a la reforma laboral de 2012".

Por tipo de jornada, durante el confinamiento el recorte fue mayor entre las parciales (60% menos, hasta apenas superar el millón) que entre las completas (41% menos con 2,8 millones).

No obstante, sólo en el mes de junio estos descensos se moderaron, al registrarse 796.830 contratos a jornada completa (37% menos) y 347.396 parciales (52% menos), manteniéndose el esquema de que un tercio de las nuevas contrataciones tiene una jornada inferior a la habitual.

UGT advierte de la necesidad de atajar esta situación para evitar que los contratos a jornada parcial se conviertan en el mecanismo de creación de subempleo, en tanto que CCOO pide invertir en condiciones laborales dignas para que la recuperación no se base en la precariedad laboral.

Dentro del lógico descenso experimentado entre los contratos temporales durante los meses del estado de alarma, destaca el desplome de aquellos con una duración inferior a una semana, ya que mientras que entre marzo y junio de 2019 se celebraron 2,1 millones de contratación de muy corta duración, este año la cifra se redujo a 732.500 (66% menos).

Por tipo de contrato, los eventuales por circunstancias de la producción fueron los que mayor desplome experimentaron durante el estado de alarma, hasta registrar 1,5 millones, casi dos millones menos de los contabilizados el año pasado.

El contrato más numeroso fue, sin embargo, el de obra y servicio, con 1,6 millones de registros, más de un millón por debajo de los 2,7 millones firmados entre marzo y junio del año pasado.

Llama la atención el desplome de los contratos de formación y de investigación predoctoral, con 3.176 y 596 contrataciones, que contrastan con las 13.999 y 30.499 llevadas a cabo un año antes, respectivamente.

Por áreas de actividad, durante los cuatro meses del confinamiento el mayor número de contratos se llevó a cabo en la agricultura, con 815.479, dato que representa un descenso del 15% respecto a la actividad contabilizada un año antes.

Muy por detrás se situaron los contratos de los servicios de comidas y bebidas, donde se realizaron casi un millón menos de los contabilizados un año antes (295.673) reflejando una bajada del 76%. También el comercio minorista (273.860) marcó cifras muy alejadas de las registradas un año antes, apuntándose una caída del 41%.

Las siguientes actividades económicas en las que más se contrató durante el confinamiento fueron la industria de la alimentación (190.489), la construcción de edificios (163.345), el comercio mayorista (162.277) y la construcción especializada (161.276).

También, los servicios a edificios (153.905), el almacenamiento (148.232), las actividades sanitarias (127.993), la asistencia en residencias (119.804) y las actividades administrativas (106.071).