La vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha asegurado este jueves en el Congreso que el Gobierno trabaja para adaptar las facilidades de los ERTE con el fin de que, en lugar de despedir, las empresas opten por reducir las jornadas laborales y "el ajuste del empleo" sea "en horas y no en trabajadores".

Así lo ha manifestado ante la Comisión de reconstrucción económica y social de la Cámara Baja, donde ha asegurado que en el Ejecutivo buscan dar un "tratamiento adecuado para sectores específicos" y prolongar estas facilidades más allá del 30 de junio, fecha límite acordada con sindicatos y patronal para este mecanismo de excepcionalidad ante los efectos del coronavirus en la economía.

Con esta extensión y adaptación de los ERTE, el Gobierno quiere "acelerar las reincorporaciones de trabajadores, impulsar el ajuste del empleo en horas y no en trabajadores, impulsar la formación, la distribución irregular de la jornada laboral, y la reorientación profesional para los trabajadores que no puedan reincorporarse".

"De cara al futuro, es muy importante impulsar mecanismos de flexibilidad alternativos a la contratación temporal, tan extendida en nuestro país y con un impacto tan negativo sobre la seguridad de los trabajadores y el bienestar, sobre todo de nuestros jóvenes", ha manifestado la vicepresidenta tercera del Gobierno.

Durante su intervención, Calviño ha puesto en valor esta "agilización de los ERTE como instrumento de flexibilidad que mejora el funcionamiento del mercado laboral", señalando la adaptación "exponencial" de este mecanismo para afrontar la crisis.

Según datos ofrecidos por la titular de Asuntos Económicos, este mecanismo "cubre" a más de 3 millones de trabajadores de más de 550.000 empresas.