El gigante aeronáutico Boeing anunció este miércoles que planea recortar un 10% de su plantilla, unos 16.000 empleos, y reducir la producción de varios de sus modelos de aviación comercial, incluido el accidentado 737 MAX, tras registrar pérdidas de 628 millones de dólares en el primer trimestre de 2020, debido al impacto del COVID-19.

"En estos momentos estamos tomando acciones para reducir nuestra plantilla, aproximadamente un 10%, de nuestros 160.000 empleados, hasta finales de este año, a través de una combinación de bajas voluntarias y despidos involuntarios, como sea necesario", dijo el presidente y consejero delegado de la firma, David Calhoun, en una conferencia con analistas.

Calhoun reveló que esa reducción de personal impactará "en las áreas que están más expuestas a las condiciones" económicas de sus clientes, sobre todo aerolíneas, por lo que un 15% de los despidos se darán en el segmento de aviación comercial, según adelantó esta mañana a sus trabajadores.

Asimismo, el máximo ejecutivo de Boeing indicó que, de entre sus aviones, los de cuerpo estrecho "liderarán el camino a la recuperación" y los de cuerpo ancho "resultarán más impactados" por la crisis de demanda, por lo que se va a ralentizar la producción del modelo 787 y del modelo 777.

Respecto al modelo 737 MAX, Boeing reconoció que su ritmo de producción es "más lento de lo planeado" y comunicó que producirá unos 31 al mes en 2021 y planea incrementar el ritmo más adelante.

La compañía aeronáutica estadounidense anunció esta mañana sus resultados del primer trimestre de 2020, en el que ha registrado 628 millones de dólares en pérdidas frente a los 2.149 millones de ganancias del mismo tramo del año pasado, al sumarse la crisis del COVID-19 a sus problemas por la paralización de los 737 MAX después de dos accidentes.