La OCDE advierte de que el impacto del coronavirus en el mundo está superando sus peores previsiones económicas y subraya que es urgente un esfuerzo coordinado por parte de gobiernos y bancos centrales para superar la crisis.

A principios de mes, en el lanzamiento de sus previsiones intermedias, había avanzado que, según su hipótesis más adversa, el coronavirus podría reducir a la mitad el crecimiento de la economía mundial en 2020 y situarlo en el 1,5 %, provocando la recesión en economías como la europea o la japonesa.

"Ahora parece que ya hemos avanzado mucho más allá del escenario más severo previsto entonces", dijo el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, en una nueva plataforma digital lanzada anoche por su organismo para agrupar datos y políticas de respuesta.

A su juicio, se requiere "un nivel de ambición parecido al del plan Marshall, que creó la OCDE, y una visión similar a la del New Deal, pero ahora a nivel mundial".

Gurría destacó que esta pandemia constituye el tercer gran "shock" económico, financiero y social del siglo XXI, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la crisis financiera global de 2008.

Entre sus efectos, la suspensión de la producción en los países afectados, con daños colaterales en las cadenas de suministro mundiales, y una fuerte caída en el consumo que se une al colapso en la confianza.

El representante del llamado "club de los países ricos" alertó de que aunque las estrictas medidas que se están aplicando son esenciales para contener el virus, empujan a las economías a "un estado de congelación profunda sin precedentes, del que la recuperación no será directa ni automática".

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este viernes que hay más de 210.000 casos de COVID-19 en todo el mundo, mientras que las muertes han superado la barrera de las 9.000.

Gurría recalcó que además de actuar para minimizar la pérdida de vidas es prioritario también un esfuerzo coordinado contra la "gran crisis económica" desencadenada, que seguirá aun cuando la peor parte sanitaria haya pasado.

El secretario general de la OCDE celebró declaraciones recientes como la del G7, que este lunes se comprometió a "hacer todo lo necesario" a través de "una estrecha cooperación" para frenar la crisis económica y sanitaria, pero apuntó que es insuficiente.

Gurría instó a apoyar al personal sanitario y a que las agencias reguladoras sanitarias trabajen juntas para quitar los obstáculos burocráticos que frenan el desarrollo y la aplicación de vacunas y tratamientos, incluso en el caso de pacientes sin seguro.

El representante de la OCDE también solicitó a los gobiernos reducir los requisitos para acceder a la indemnización por desempleo, y advirtió a los bancos centrales de que un enfoque conjunto en el control y el diagnóstico de las crecientes tensiones es mejor que "respuestas sueltas e inconsistentes".