El grueso del accionariado de Thomas Cook está hoy lejos de la Inglaterra victoriana en que se fundó y creció y está concentrado en manos del grupo chino Fosun, del fondo de inversión estadounidense Invesco y del ejecutivo turco Neset Koçkar, que juntos suman el 39,87 % de la compañía quebrada

Tras 178 años de historia y fundada por el carpintero de Leicestershire (Inglaterra) Thomas Cook, la caída de la compañía es el fracaso de la apuesta del primer inversor, el grupo chino Fosun, que controla el 18,07 % del capital y que en la madrugada del lunes le dio la puntilla cuando se negó a aportar capital adicional para el saneamiento.

Fosun es un conglomerado empresarial con sede en Shanghái dirigido por Guo Guangchang. Tiene intereses en el acero, la minería, la promoción inmobiliaria y sectores como el farmacéutico, el comercio, servicios financieros.

Pero su gran apuesta ha sido el turismo y el ocio, donde destaca no sólo por la participación en Thomas Cook sino también por ser propietario de la compañía francesa de vacaciones de lujo Club Med y del canadiense Cirque du Soleil.

La participación de Fosum en Thomas Cook está repartida entre dos sociedades, Fosum Tourism and Culture (con sede en Hong Kong), que es titular del 10,84 % del capital de la operadora británica y FPI, con sede en Reino Unido, a través de la que controla el 7,23 %.

Fundada en 1992, Fosun cotiza en la Bolsa de Hong Kong desde 2007, con una capitalización de mercado en el entorno de los 10.500 millones de euros, y que ha engordado en los últimos cinco años sus activos en unos 16.380 millones de euros, tanto en China como en el resto del mundo.

Para sus actividades fuera de China dispone de tres sociedades: Fosun International Ltd, Fosun Tourism Group -también llamada Foliday y con la que gestiona toda su cartera de compañías de turismo y ocio- y Fosun Pharmaceutical Group.

Su apuesta por el turismo y el ocio se concreta en la gestión de complejos vacacionales, desarrollo de destinos turísticos y otros servicios relacionados que le han llevado a convertirse en el líder del turismo familiar en el mundo, según la propia compañía.

Esta opción estratégica cristalizó en la compra de participaciones en compañías tan emblemáticas como el Club Med, en la que entró en 2010 con una inversión minoritaria para convertirse cinco años después en el accionista de control.

También en 2015 entró en Thomas Cook con una parte menor aunque fue ampliando su posición de forma escalonada hasta llegar a ser el socio principal de la compañía.

Fosun es un grupo conocido en Portugal, donde es propietario desde 2014 de la aseguradora Fidelidade, líder en el mercado luso con una cuota del 31 % y primas por cerca de 3.800 millones de euros.

Es también el principal accionista del Banco Comercial Portugués (BCP), una de las principales entidades privadas del país, en el que entró en 2016 con un 16,7 % -momento en el que salió del accionariado el Sabadell-, que elevó al año siguiente al 27 %.

Además, Fosun tiene participaciones en el Cirque du Soleil y en firmas de moda -Lanvin, St John, Wolford, entre otras-, así como en cosmética, con Ahava, o el grupo cervecero chino Tsingtao.

La cara visible de Fosun es Guo Guangchang, un multimillonario chino casado y con tres hijos, al que la revista Forbes atribuye un patrimonio de unos 5.400 millones de euros y que ocupa el puesto 233 entre los multimillonarios del mundo y el 26 en la lista de los más ricos de China.

El segundo accionista de Thomas Cook es Invesco, un fondo de inversión con sede en Atlanta (EEUU), que controla el 13,79 %, y el tercero, el turco Neset Koçkar, con un 8,01 % del capital.

Koçkar, nacido en Kars, en el noroeste de Turquía, es el fundador y máximo accionista de Anex Tourism Group, una empresa con sede en la turística Antalya, que ofrece sobre todo paquetes turísticos, entre los que se incluye el Caribe y algunos de los principales destinos de Europa, incluido España.

Los accionistas de Thomas Cook han visto cómo se esfumaba su participación en la compañía, cuyo valor en bolsa ha caído desde los casi 2.000 millones de euros de cierre de septiembre de 2017 a la mitad un año después, hasta 998 millones de euros.

En marzo pasado se había vuelto a recortar a la mitad, hasta 443 millones. Este lunes, antes de la suspensión de cotización, no valía ni 60 millones de euros.