Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sistema de fichaje obligatorio

Horas extra sin pagar, la razón que impulsa el registro laboral

El sistema que entra en funcionamiento persigue acabar con una realidad laboral indiscutible, aunque persisten dudas sobre su utilidad

Horas extra sin pagar, la razón que impulsa el registro laboral

La entrada en funcionamiento del registro laboral obligatorio ha generado confusión e incertidumbre entre empresarios y empleados. Detrás de su puesta en marcha se halla el deseo de Gobierno y sindicatos de contabilizar el número de horas extraordinarias que se realizan en las empresas. Un volumen que, según distintos expertos, explica -en parte- el crecimiento de la economía española tras la recesión de hace una década. En España, según un informe del Gabinete Económico de CC OO, el 44 % del total se quedan sin remunerar. Un porcentaje con alto coste económico -impide la creación de empleos y perjudica a las arcas de la Seguridad Social- pero también individual y social, puesto que repercute en la capacidad de conciliar y acarrea un desgaste físico y psicológico de los trabajadores.

"Ha habido tiempo más que suficiente para implantar todos los mecanismos, pero no ha habido voluntad por parte de los empresarios. El registro no va a provocar más paro. Hay que descartar mensajes alarmistas", dice Gonzalo Pino, secretario de Política Sindical de UGT, que cree que este sistema va a permitir "conocer la realidad laboral" de la economía española, "acabar con el fraude y reducir la precariedad". A su juicio, el cómputo de las horas extraordinarias va a contribuir a crear nuevos puestos de trabajo, ya que "al empresario la va resultar más caro pagar y cotizar por esas horas que hacer nuevas contrataciones".

Copy: Horas extra

Infogram

Según el informe 'Horas extra no pagadas y absentismo', elaborado por el Gabinete Económico de CC OO y correspondiente a noviembre de 2018 a partir del cotejo de datos de la central con las estadísticas de la Encuesta de Población Activa, en el segundo trimestre de 2018 una media de 825.500 personas realizaron horas extra a la semana, de las cuales solo el 44% no percibieron compensación y un 6% lo hicieron de forma parcial. Contrariamente a la creencia extendida, por lo general el perfil del trabajador que extiende su jornada se aleja de la figura típica de la precariedad laboral y se concentra sobre todo en empleos considerados de mayor calidad: "indefinidos, a tiempo completo, ocupaciones técnicas y profesionales en el sector servicios, desempeñadas por hombres".

Existe una amplia gama de métodos para fichar en el trabajo. Shutterstock

Hostelería, comercio, educación, industria manufacturera, actividades profesionales (científicas, técnicas, financieras y de seguros) son las ramas de actividad que concentran la mayor parte de las horas extra no pagadas, con Madrid, Comunitat Valenciana, Cataluña y Andalucía como las comunidades donde más se producen. Por géneros, el 50,4 de las horas extra realizadas por mujeres no son pagadas, frente al 40,2% de horas que se da en los hombres.

Las horas extra no pagadas conllevan consecuencias en el plano social e individual, ya que dificulta el tiempo de descanso efectivo y provoca consecuencias en la salud, con un aumento de los problemas mentales y de trastornos musculoesqueléticos. "Tarde o temprano habrá que hablar de las patologías de la crisis. No puede ser que sean los trabajadores los que cargue con los errores en la organización de las empresas", dice el secretario de Acción Sindical de UGT, que considera que, una vez dada por cerrada la página de la crisis "y con los empresarios recuperando los beneficios previos a la crisis, es hora de pensar en que los trabajadores recuperen parte de la renta perdida y eso pasa por reordenar la jornada y que las horas extra se remuneren".

Copy: Lista de espera

Infogram

Mar Sabadell, profesora de Economía y Empresa en la Universitat Oberta de Cataluña (UOC), cree que el registro laboral es positivo, pero introduce matices para reflexionar. "No va a solucionar el problema global, sino que lo resolverá puntualmente en unas situaciones y en otras no. También va a depender de la postura que adopte la Inspección de Trabajo. Se puede producir un aumento de litigios. Es una medida compleja, muy generalista. Y estamos en un mundo particular donde no existen soluciones únicas. La realidad del mundo empresarial español es muy diversa, porque no es lo mismo hablar del sector manufacturero, que de los servicios o la construcción", subraya esta docente.

Para esta experta, el nuevo sistema casa mal con la nueva realidad del mercado de trabajo, donde la demanda de flexibilidad y de teletrabajo por parte de los empleados gana peso, aunque reivindica el derecho a una desconexión digital que garantice un descanso efectivo. "Hay que hallar un equilibrio entre esas partes, lo que no impide que si hay horas deban pagarse. Pero vivimos en un mundo en el que se ha difuminado la barrera producir-consumir, y ahora hacemos las dos cosas al mismo tiempo. La gran cuestión en España es como resolvemos el problema de los horarios y de la cultura del presentismo", indica Mar Sabadell, que cree asimismo que los déficits en formación y las dificultades de las empresas para encontrar perfiles adecuados en una época de adaptación al trabajo digital están también detrás de que determinados perfiles de trabajadores se vean obligados a realizar más horas extra.

Compartir el artículo

stats