Los grupos bancarios que operan en España ganaron entre todos 14.846 millones de euros en 2018, un 23 % más que el año anterior, gracias a que tuvieron menos necesidades de dotar provisiones y hacer saneamientos y a la contención de los gastos, entre otras razones.

El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, ha explicado en rueda de prensa estas cuentas y ha advertido de la desaceleración de la economía global, que también afecta a España, por lo que ha pedido al Gobierno que surja de las elecciones del domingo que aporte "certidumbre" y "estabilidad" y que trabaje "pensando en las necesidades de la economía española".

En concreto, se ha referido al elevado endeudamiento exterior y ha explicado que España tiene que mantener la confianza de los inversores extranjeros, que se ha visto "condicionada" por diferentes focos de incertidumbre, ya que sin ellos, sería muy difícil mantener la evolución "favorable" que ha tenido la economía en los últimos años.

Pese a la actual desaceleración, España sigue creciendo más que la media de la zona del euro, ha recordado Roldán, que ha pedido al Gobierno que haga ajustes fiscales, compatibles con la mejora de la calidad del gasto público, el aumento de la productividad y una progresiva transformación hacia una economía sostenible.

Las provisiones y dotaciones por deterioro de activos financieros siguieron con la tendencia a la baja registrada en los últimos años, y se redujeron en 2.600 millones de euros o un 13 %, de forma "consistente" con el esfuerzo continuado en la reducción de la mora.

En cuanto a la limpieza del balance de las entidades, el presidente de la patronal de banca ha dicho que tras la aceleración registrada en 2018, "ha entrado en su fase final" y se ha mostrado convencido de que los activos inmobiliarios tóxicos "han dejado de ser un problema en España".

Preguntado por la petición de Unidas Podemos para que las entidades financieras devuelvan el dinero del rescate financiero de 2012, recordó que "los bancos de la AEB no recibieron ni un euro de esas ayudas, sino que aportaron 20.000 millones de euros a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) al saneamiento de las entidades que tuvieron problemas".

Y en cuanto a las reiteradas peticiones de algunos partidos políticos para que se establezca un impuesto para la banca, ha explicado que las entidades ya pagan impuestos, un 24 %, son "el segundo sector que más paga" y están "contentos de hacerlo".

También aseguró que aún hay margen para más fusiones bancarias en Europa, quizá no tanto en España, porque aquí se ha pasado de 45 entidades a 13, pero "hay margen para la racionalización sin ninguna duda".

Insistió, como ha hecho ya en varios foros estos últimos años, en que "si no se producen fusiones transfronterizas" la unión bancaria europea "habrá fracasado".

Preguntado por el reciente informe del Banco de España sobre los riesgos de exclusión financiera en las pequeñas poblaciones tras los cierres de oficinas, explicó que la mayoría de ellos se produjeron en poblaciones de mediano tamaño por motivos de racionalización y recordó que la digitalización es una opción que se debe utilizar para que toda la población pueda acceder a los servicios financieros.

El crédito de la clientela creció un 2,6%

Pese al entorno de tipos de interés negativos, el margen de intereses de la banca, que incluye la mayoría de los ingresos, se mantuvo en 59.000 millones de euros, en tanto que el margen bruto, que añade intereses, comisiones y dividendos, se redujo un 2,1 % y quedó en 83.090 millones.

"No hemos recibido ningún alivio de los tipos de interés en 2018 y no lo esperamos tampoco en 2019", ha explicado Roldán.

El crédito a la clientela creció un 2,6 % y superó los 1,5 billones de euros, lo que representó el 60 % del balance consolidado de los bancos, con una morosidad del 4,1 %, medio punto mejor que la registrada en 2017 y una cobertura de los activos dudosos del 67 %, cinco puntos más.

Los depósitos de la clientela superaron los 1,4 billones de euros tras crecer un 2 %.

Los gastos de explotación se redujeron un 1,2 % y la ratio de eficiencia se mantuvo por debajo del 50 %.

El agregado de los balances consolidados de los grupos bancarios españoles se situó en 2,5 billones de euros tras crecer un 0,2 % interanual y mostró, según la AEB, una evolución similar a la de años anteriores en recorte de la mora, mayores coberturas y fortalecimiento de la solvencia", que mejoró hasta el 11,3 % de ratio de capital de máxima calidad CET 1 "fully loaded".

En cuanto a las cuentas individuales, estas entidades ganaron 8.387 millones de euros en 2018, en contraste con las fuertes pérdidas de 6.554 millones registradas un año antes, debidas en gran parte al Banco Popular