La Comisión Europea (CE) rebajó seis décimas su previsión de crecimiento en la eurozona durante 2019, hasta el 1,3 %, mientras que para el conjunto de la Unión Europea (UE) la redujo cuatro décimas, hasta el 1,5 %.

Las previsiones macroeconómicas de invierno del Ejecutivo comunitario también revisan a la baja el crecimiento del PIB en 2020 tanto en los diecinueve países que comparten la moneda única (hasta el 1,6 %) como en los Veintiocho (al 1,7 %).

En sus estimaciones de otoño, publicadas en noviembre, la CE esperaba que la economía del área del euro creciera un 1,9 % este año y un 1,7 % el siguiente, en tanto que la de la UE se expandiría un 1,9 % en 2019 y un 1,8 % en 2020 en la UE.

"Nuestra previsión se revisa a la baja, en particular, para las mayores economías de la eurozona. Eso refleja factores externos, como las tensiones comerciales y la ralentización en mercados emergentes, sobre todo, en China", declaró en un comunicado el vicepresidente de la Comisión para el Euro, Valdis Dombrovskis.

Bruselas también hizo referencia a otros aspectos que tendrán un impacto negativo en el incremento del PIB, y señaló que las "preocupaciones" por el vínculo entre los bancos y la deuda pública, así como por la sostenibilidad de la deuda "están resurgiendo en algunos países de la eurozona".

La CE apuntó, además, a la posibilidad de un "brexit" duro que podría crear "incertidumbre adicional".

"Ser consciente de estos riesgos crecientes supone la mitad del trabajo. La otra mitad es escoger la combinación adecuada de políticas, como facilitar la inversión, redoblar los esfuerzos para llevar a cabo reformas estructurales y perseguir políticas fiscales prudentes", recalcó Dombrovskis.

El Ejecutivo comunitario también revisó a la baja el crecimiento económico durante 2018 de la eurozona y del conjunto de la Unión (dos décimas menos frente a la estimación de noviembre, hasta el 1,9 %).

Bruselas explicó que en la segunda mitad del año pasado la actividad económica se moderó por un menor crecimiento del comercio global, porque "la incertidumbre debilitó la confianza" y porque algunos Estados miembros se vieron afectados "por factores internos temporales".

En ese sentido, la Comisión mencionó la incertidumbre sobre la política fiscal y también las "tensiones sociales", que según el Ejecutivo comunitario afectaron a países como Francia, con las protestas de los "chalecos amarillos" durante los últimos meses.

En cualquier caso, indicó que la economía europea se seguirá beneficiando de "mejores condiciones del mercado laboral, condiciones de financiación favorables y unas políticas presupuestarias ligeramente expansivas".

No obstante, entre las mayores economías, se redujo de manera considerable la estimación de crecimiento durante 2019 en Alemania (del 1,8 % en la previsión de noviembre al 1,1 % en la de febrero), Italia (del 1,2 % al 0,2 %) y Holanda (del 2,4 % al 1,7 %).

El PIB francés también crecerá a un menor ritmo (del 1,6 % en la estimación de noviembre al 1,3 % en la de febrero) y lo mismo sucederá con el español (del 2,2 % al 2,1 %).

Por lo que a la inflación se refiere, Bruselas espera que se sitúe en la eurozona en el 1,4 % este año y en el 1,5 % el siguiente, mientras que en los Veintiocho será del 1,6 % en 2019 y del 1,8 % en 2020.