¿La responsabilidad social corporativa (RSC) es una manera de quedar bien socialmente?

Lamentablemente, eso es lo que piensa mucha gente, y no hablo solo de la opinión pública en general, sino de la equivocada idea que todavía posee una parte del mundo empresarial. La responsabilidad social nunca debería pretender “quedar bien”, sino actuar de forma responsable. Hay que tomar decisiones en base a una cultura empresarial y a unos objetivos que mejoren nuestro entorno, y créame, nunca se puede quedar bien con todo el mundo.

¿Por qué definen como ambicioso su plan de acción RSC?

Porque transformar la manera de hacer las cosas no es nada fácil y porque nuestra ambición reside en la voluntad enérgica de todo un equipo de personas que se han comprometido en mejorar el impacto de la actividad de nuestra cadena hotelera en la sociedad y en el medio ambiente. No se puede trabajar en RSC sin ser ambicioso, porque se trata de un recorrido de larga distancia y con muchas barreras que superar. Además, forma parte de la transversalidad de la RSC en la empresa. Todos asumimos que cualquier decisión, por pequeña que sea, debe contribuir a la rentabilidad y a la satisfacción del cliente. A este difícil equilibrio hay que sumar que nuestras decisiones no pueden atentar ni contra el entorno natural, ni contra la comunidad local.

Parece mentira que algo tan, supuestamente, insignificante como una pajita traiga tantos problemas al medio ambiente. ¿Qué medidas llevan a cabo desde RIU?

Una pajita es insignificante cuando se coloca debidamente en una papelera de reciclaje; en cambio, fuera de ese espacio que garantice su correcta gestión y eliminación, como todos los plásticos, es un peligro que se está convirtiendo en la gran preocupación de la sociedad en materia de contaminación.

Vivimos rodeados de plásticos innecesariamente y ese material acaba por desgracia en el mar, produciendo grandes estragos en el medio marino. Desde cualquier ámbito, y sobre todo en el turístico, tenemos la responsabilidad de cambiar esa inercia, de poner fin a los plásticos de un solo uso y a contribuir a crear conciencia sobre ese problema real. La regulación es necesaria porque impulsa cambios y un ejemplo es la reciente ley balear de residuos, pero, además, se necesita que desde el sector privado las grandes empresas demos ejemplo.

Por ello, desde el 1 de junio RIU Hotels & Resorts ofrece a sus clientes pajitas compostables en sus hoteles de España, Cabo Verde y Portugal. Se trata de pajitas 100% biodegradables y además se compostan, es decir se degradan en contacto con el resto de residuos orgánicos convirtiéndose en abono. Según las condiciones de humedad y temperatura el tiempo de degradación varía, pero en condiciones normales lo hace en 40 días y sin dejar residuos visibles ni tóxicos. Todo un logro si se tiene en cuenta que una pajita común tarda unos 500 años en descomponerse. Esperamos que estas pajitas se incorporen en nuestros hoteles de América en 2019.

También se han sumado al programa de la ONU ‘Sin contaminación por plásticos’. ¿Dónde han intervenido y de qué manera?

Durante el mes de junio de este año RIU Hotels se sumó a este programa de la ONU organizando limpiezas de costas y playas en la mayoría de los destinos donde opera la compañía. Más de 50 hoteles RIU participaron en esta limpieza mundial recogiendo toneladas de basura en lugares como Gran Canaria, Cabo Verde, Sri Lanka, Aruba o Costa Rica, entre otros. Para ello contamos con la increíble ayuda y colaboración de la plantilla de los hoteles, los propios clientes y la comunidad local.

¿Continúa su colaboración con la asociación de cooperación al desarrollo África Avanza?

Llevamos colaborando con esta ONG del País Vasco que opera en la isla de Sal (Cabo Verde) desde el año 2014; estamos muy satisfechos con los resultados obtenidos y deseamos que esta alianza tenga muchos años de vida… tantos como sea necesaria su acción en un país en desarrollo, donde la sanidad tiene muchas carencias.

Es un orgullo para nosotros que los médicos cooperantes se alojen en nuestros hoteles durante sus misiones, pero lo más importante son los resultados que el equipo de África Avanza está logrando, como la formación de los profesionales locales o la reducción de las listas de espera. Por ejemplo, durante su última misión en septiembre se trasladaron hasta la isla de Sal médicos especialistas en urología y fisioterapeutas que realizaron 25 cirugías y 214 consultas.

¿Ahorrar en agua y electricidad en sus hoteles también entra en sus planes?¿Y reducir deshechos?

Desde el año 2012 contamos con un plan concreto de buenas prácticas ambientales en la operación del hotel y que tiene como objetivo la reducción de nuestros impactos ambientales, en materias como el consumo de agua, de la energía, las emisiones o la contaminación. En ahorro de agua, contamos con pulsadores de doble descarga, grifos monomando, así como duchas y lavabos eficientes con reductor de caudal y temporizadores. Además, contamos con riego por goteo y aspersión o trabajamos con limitadores de presión progresiva de doble circuito para reutilizar las aguas jabonosas, convenientemente tratadas, en los depósitos de inodoros y para riego.

En lo que respecta al ahorro de energía, por supuesto optamos por iluminación LED y bajo consumo en los hoteles y en las oficinas corporativas. Asimismo, renovamos los electrodomésticos con aparatos de alta eficiencia o etiqueta energética de clase 'A' y en las habitaciones optamos por dispositivos de desconexión automática del aire acondicionado cuando los clientes abren puertas o ventanas; colocamos luminarias solares en las zonas ajardinadas, controles de horarios de encendido y apagado en sintonía con las horas de luz solar, entre otras medidas.

En la gestión de residuos, apostamos por la compra de productos en gran formato y concentrados y optamos por aquellos envases fabricados con materiales reciclados o biodegradables. Ya en los hoteles contamos con instalaciones para la separación de residuos y para evitar cualquier daño ambiental seguimos un protocolo para el desecho y/o tratamiento de los residuos tóxicos y químicos. De este modo, evitamos dañar a la naturaleza con residuos peligrosos, y disminuimos el gasto en energía, agua y materias primas que conllevarían la creación de nuevos envases.

¿Quién avala que hagan las 'cosas bien'?

Cualquier sistema de gestión precisa de agentes externos e independientes que examinen y controlen el desempeño de todos los procesos y que garanticen la mejora continua. Así nació nuestro compromiso de certificar la operación de los hoteles en nuestra compañía. Aunque habitualmente hablemos de certificación de turismo sostenible, es mucho más prudente y realista llamarla de turismo responsable. Nos lo hemos tomado como un proceso de aprendizaje y podemos asegurar que actualmente nuestra cultura en materia de RSC le debe mucho a la certificación que ha impulsado la puesta en marcha de prácticas que han llegado para quedarse. En RIU, disponemos de varios socios que nos acompañan en este proceso. La empresa mallorquina PREVERISK, que atiende la formación y auditorías internas de prácticamente todos los hoteles del mundo, y TRAVELIFE, la certificadora británica que se encarga de auditarnos.

¿También se llevan a cabo acciones de RSC internamente entre el personal RIU?

Las empresas turísticas conseguimos nuestros objetivos a través de las personas y por ello son nuestro principal activo.Deberemos desplegar en un futuro la oportunidad de que la plantilla participe activamente en programas de voluntariado corporativo de forma organizada.

¿Qué retos se han marcado próximamente?

Mejorar la estrategia. Estamos elaborando un plan estratégico que nos ayude a trabajar directamente con las necesidades de la comunidad y los impactos de nuestra actividad, de forma alineada. Los próximos dos años serán clave para lograr una mejora significativa en nuestro desempeño corporativo, como definir una línea prioritaria en proyectos sociales y ambientales, así como objetivos concretos en la toma de decisión. Hay mucho por hacer… y los nuevos proyectos en los que nos estrenaremos son sumamente apasionantes, como los de economía circular o colaborativa.