Inditex, dueño de enseñas como Zara o Massimo Dutti, logró un beneficio neto de 1.409 millones de euros en su primer semestre fiscal (febrero a julio), el 3,1 % más que un año antes, mientras que sus ventas repuntaron el 3 % y sumaron 12.025 millones, ha informado hoy el grupo textil español.

La facturación de la compañía se vio lastrada por la depreciación respecto al euro de algunas de las monedas en las que opera, de forma que a tipos de cambio constante, las ventas subirían el 8 %, según ha precisado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Aunque en términos absolutos tanto el beneficio como la facturación alcanzaron niveles récords, en términos relativos (comparativa interanual), la evolución del resultado bruto fue la peor desde el primer semestre de 2014 (cuando bajó el 2,4 %) y la facturación registró el menor aumento desde que la compañía cotiza en Bolsa y publica sus cuentas (2001).

No obstante, en un comunicado, el presidente de la compañía, Pablo Isla, ha destacado "la solidez de todas las líneas de la cuenta de resultados como consecuencia de la singularidad y fortaleza del modelo de negocio integrado y sostenible del grupo".

En términos comparables -tiendas que llevan abiertas más de un año (incluido internet) y, por tanto, descontadas las nuevas aperturas-, Inditex vendió entre febrero y julio el 4 % más, con incrementos en todas las áreas geográficas en las que opera, ha informado hoy el grupo.

Las ventas comparables representaron el 85 % del total y el resultado bruto de explotación (ebitda) fue de 2.343 millones, el 2 % más que entre febrero y julio de 2017 (+14 % a tipos constantes).

Por su parte, el margen bruto, una de las variables que más miran los inversores, ascendió a 6.817 millones, el 4 % más (+10 % a tipos constantes), y representó el 56,7 % de las ventas, con un repunte de 30 puntos básicos.

De cara al segundo semestre, la compañía prevé que el margen bruto crezca aproximadamente en 50 puntos básicos y que las ventas comparables avancen entre el 4 y el 6 %, ha detallado por primera vez Inditex, que asegura que "la colección inicial otoño-invierno ha sido bien recibida por los clientes".

A lo largo del primer semestre, Inditex llevó a cabo aperturas en 44 mercados y al cierre de julio sumaba 7.422 establecimientos en 96 países, 26 menos que en abril, un descenso que se enmarca en su plan de reestructurar para su red comercial y que conlleva la absorción de tiendas pequeñas por establecimientos de mayor tamaño.

Por zonas geográficas, España aportó en el primer semestre el 16 % de las ventas totales del grupo, igual que un año antes, y Asia también repitió con el 25 %. Por contra, América y Europa (sin España) elevaron cada una su peso un punto, hasta el 15 % y el 44 %, respectivamente.

Por enseñas, las ventas de Zara crecieron el 2,2 % (7.910 millones de euros); las de Pull&Bear, el 11,2 % (851 millones); las de Massimo Dutti, el 2,5 % (811 millones); las de Bershka, el 2,8 % (1.045); las de Stradivarius, el 3,9 % (690 millones); las de Oysho, el 7 % (290 millones); las de Zara Home se mantuvieron en 383 millones, y las de Uterqüe, subieron el 2,2 % (46 millones).

La compañía mantiene la previsión de invertir unos 1.500 millones de euros a lo largo del ejercicio y avanza que para los próximos años espera que el crecimiento de la inversión ordinaria esté por debajo del aumento del espacio comercial.