El gigante bancario alemán Deutsche Bank, en dificultades financieras, anunció el jueves un plan destinado a suprimir más de 7.000 puestos de trabajo en el mundo, confirmando un cambio de rumbo tras el nombramiento de un nuevo director ejecutivo en abril.

La reducción de personal, que concierne a casi uno de cada 10 empleados, se repartirá por todas las regiones del mundo y actividades, según informó Deutsche Bank en un comunicado distribuido el día de su asamblea de accionistas.

La reestructuración afectará sin embargo al 25% de efectivos de su banco de inversiones, cuyas dimensiones el grupo reducirá en un 10%, o 100.000 millones de euros.

Los efectivos del banco se reducirán "a menos de 90.000" frente a los 97.130 en equivalente a tiempo completo que tenía a finales de marzo, precisó el comunicado.