La subida del precio del petróleo puede comprometer el crecimiento de la economía española. Según los expertos, sólo este año la factura energética le costará al Estado 9.000 millones de euros más de lo previsto. Algo que afecta al crecimiento y al empleo.

Además si la subida en el IPC, a consecuencia del encarecimiento del petróleo, se mantiene podría llevar al Banco Central Europeo a subir los tipos de interés. Y son el petróleo y el dinero baratos los que han impulsado, en gran parte, el crecimiento económico en España. Sin ellos, peligra la recuperación. Y los analistas creen que los precios del petróleo podrían alcanzar los 90 dólares y que permanecerán en una horquilla alta en los próximos meses.

La retirada de Estados Unidos del pacto nuclear con Irán ha derivado en una escalada del precio del Brent, que el viernes se situaba en torno a los 77 dólares por barril y que de mantenerse en esos niveles podría afectar a la economía española, según apuntan los analistas consultados por Efe.

El propio Gobierno recogió en el plan de estabilidad remitido a Bruselas a finales de abril el posible impacto en la economía de una subida del precio del petróleo, que en el cuadro macroeconómico se estima en una media de 67,7 dólares el barril este año.

Esta propuesta alternativa dibuja un escenario con el petróleo en 75 dólares el barril de media anual, lo que requeriría que el resto de 2018 estuviera por encima de esa cota para compensar los precios más bajos de principios de año.

A ese nivel, el crecimiento económico, que el Gobierno estima en el 2,7 % este año, sería siete décimas inferior, un parón que también afectaría al repunte del consumo privado -perdería dos décimas- y el del empleo -ocho décimas-, mientras que la deuda pública con respecto al PIB sería 1,1 puntos superior.

El Gobierno también calcula cómo se vería afectada la economía si los precios del petróleo se mantuvieran altos y alcanzaran una media de 82 dólares el barril de media en 2019, 2020 y 2021.

En esas circunstancias, el crecimiento económico sería 3,8 puntos inferior al del escenario central en 2021, es decir, que en lugar de aumentar el PIB un 2,3 %, se reduciría en un 1,5 %.