El 58 % de los alumnos en prácticas en España no percibe ninguna remuneración, según el informe "La experiencia de los becarios en la Unión Europea", publicado por la Comisión Europea, mientras que 7 de cada 10 reconocen tener una carga laboral equivalente a la de los trabajadores con contrato.

La Universitat Oberta de Calunya (UOC) ha recordado estos datos tras la polémica de los últimos días por la presencia de numerosos becarios que trabajan sin cobrar en las cocinas de los grandes chefs a cambio de adquirir conocimientos y ampliar su currículum, alimentada por el chef Jordi Cruz, que defendió que es un privilegio aprender y trabajar, aún sin cobrar, con los grandes cocineros.

Precisamente, el próximo lunes, 8 de mayo, se celebra del Día Internacional del Becario.

Según la profesora del máster de Empleo y Mercado de Trabajo y de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, Ana Gálvez, "sólo las ganas de adquirir experiencia y debutar en el mercado laboral compensan los hándicaps de un colectivo difícil de cifrar, ya que muchos no están dados de alta en la Seguridad Social.

Según la UOC, en España se calcula que hay unos 70.000 becarios, que son los que reciben algún tipo de remuneración, y se desconoce los que no están adscritos a ningún convenio.

Los sindicatos y algunos expertos reconocen que la situación laboral de algunos becarios ha empeorado con la crisis, ya que muchas empresas se han aprovechado de esta mano de obra más barata.

"Con esta práctica se destruyen puestos de trabajo reales y se precariza el mercado laboral", según Ana Gálvez.

La profesora de los Estudios de Economía y experta en recursos humanos de la UOC Gina Aran añade que esta forma de actuar "se ha notado sobre todo en pequeñas empresas que han proliferado en tiempos de crisis".

Según el estudio de la CE, para un 70 % de los becarios la remuneración de su beca no es suficiente para cubrir sus gastos básicos, aunque Aran cree que "el dinero no es un elemento decisivo para un joven que quiere poner en práctica sus conocimientos".

Según un informe del Consejo de la Juventud de España, el 86,5 % asegura que la beca ha sido útil para encontrar empleo y el 87,9 % dice que durante el período de prácticas ha aprendido cosas útiles.

Para Gálvez, "el gran riesgo actual es que las becas se conviertan en una de las formas de explotación del siglo XXI".

"Hay que evitar ser un eterno becario", advierte la experta, que reconoce que las prácticas son "en muchas ocasiones la primera puerta de entrada al mercado laboral".

Aran añade que, al margen de los beneficios fiscales, tener becarios también aporta un valor añadido a las organizaciones o instituciones que los acogen.

"Tienen conocimientos digitales, una gran capacidad de encontrar información y recursos, son personas muy preparadas académicamente y habitualmente muy motivadas", argumenta Aran.

"El otro gran beneficio -apunta- es que el empresario puede conocer y descubrir nuevos talentos en el lugar de trabajo, personas a las que luego puede terminar contratando".

Según Aran, hay empresas que ven en el becario un simple apoyo y le asignan tareas con poco contenido de aprendizaje (hacer fotocopias, por ejemplo), hasta otras que se acogen a un convenio y no saben qué hacer con el becario y no le prestan la atención necesaria o algunas que sí tienen claras cuáles son las funciones del becario, dedican horas a su formación y a la adquisición de competencias que lo convertirán en un profesional.

"Aquí tiene un papel clave el tutor, a quien el estudiante puede consultar todas las dudas que tenga durante la estancia en la empresa", concluye la experta, que subraya que, según el estudio europeo, sólo el 79 % de los becarios españoles tienen un tutor o mentor, la cifra más baja de la UE.