El empresario que inició la guerra del pan en 2012 al vender las barras a veinte céntimos ha entrado en concurso de acreedores al no lograr hacer frente a sus deudas. La administradora concursal nombrada por el juzgado, Lucia Carrau, espera la documentación que le ha requerido a la empresa para determinar la cuantía de las deudas y los acreedores, según confirmó ayer el TSJ. Las deudas con los bancos superan el millón y medio de euros.

La mercantil de José Navarro es Forn i Pastisseries Navarro y entró en preconcurso de acreedores en febrero. La sociedad ha sido incapaz de llegar a un acuerdo con los bancos y el juzgado de lo Mercantil número 1 de Valencia la ha declarado en concurso de acreedores.

José Navarro llegó a tener 150 trabajadores y vendía miles de barras de pan al día, pero al final el tiempo le ha dado la razón a los profesionales del gremio que advertían de que era inviable vender las barras a veinte céntimos. El empresario abrió cinco despachos de venta pan a bajo coste en Quart de Poblet, Torrent, Gandia y Vilamarxant. En el horno de Quart de Poblet vendía cada día 15.000 hogazas de pan y se formaban grandes colas.

El propio Navarro confesó al programa de TVE Teleobjetivo que llegó un momento en el que económicamente no podía más y decidió que los acreedores se quedaran con las tiendas. El empresario reconoció que su negocio le dejaba muy poco margen y se basaba en el volumen de ventas. Además, achacó sus problemas al acaso de sus competidores que vinculó al cierre cautelar del obrador por una denuncia de Sanidad.

Al menos tres harineras importantes que confiaron en Navarro se han visto atrapados por sus problemas de liquidez. Navarro disponía de un gran centro de producción en Riba-roja y de otro obrador en Paterna.