Mitsubishi Motors admitió que ha incumplido la normativa nipona para medir la eficiencia de combustible de sus vehículos desde 1991, lo que amplía el escándalo de manipulación de este tipo de datos para varios de sus modelos.

La empresa ha empleado métodos de prueba que Japón ya no da por válidos desde hace 15 años, y además reutilizó datos técnicos de determinados modelos para medir la eficiencia energética de otros vehículos, según anunció hoy en rueda de prensa el presidente de la compañía, Tetsuro Aikawa.

Mitsubishi Motors ha reconocido estas irregularidades una semana después de anunciar que había falseado los datos sobre eficiencia energética de varios de sus modelos de minivehículos, de los cuales se han vendido unas 625.000 unidades en Japón.

El responsable del sexto fabricante automovilístico nipón añadió que por ahora se desconoce el verdadero alcance de estas irregularidades, ni los motivos que llevaron a empleados de la compañía a cometerlas.

El Gobierno nipón, por su parte, ha puesto en marcha un comisión de investigación para examinar los métodos empleados por este y otros fabricantes para medir la eficiencia energética de sus vehículos, que ha ya realizado redadas en instalaciones de Mitsubishi.

"Se trata de un asunto muy grave que debe ser investigado. Necesitamos determinar quién es responsable de la falsificación, para asegurarnos de que esto no vuelve a suceder", declaró hoy a los medios nipones el ministro nipón de Transporte, Keiichi Ishii, antes de la rueda de prensa de Aikawa.

El caso ha sido desvelado después de que la pasada semana la compañía reconociera que modificó la presión del aire de los neumáticos durante las pruebas de consumo de combustible de unas 625.000 unidades vendidas en Japón de los modelos ek Wagon, ek Space, Dayz y Dayz Roox (estos dos últimos comercializados por Nissan).

Según los nuevos detalles dados conocer hoy, los empleados de la compañía también optaron por sustituir determinados datos de las versiones 4WD de estos cuatro modelos por las cifras de aquellas que están configuradas con tracción delantera, y por tanto son mucho más ligeras y eficientes.

El escándalo pone en entredicho el futuro de la compañía debido al volumen de las posibles indemnizaciones que tendrá que pagar a conductores y a Nissan, e incluso al Gobierno, debido a las ayudas públicas que Mitsubishi recibió y vinculadas con sus datos de eficiencia energética.

Al conocerse que su presidente ofrecería una rueda de prensa para ofrecer más información sobre el caso, Mitsubishi Motors descendió hoy por quinto día consecutivo en la Bolsa de Tokio y cerró con una caída de un 9,58 por ciento.

Desde que saltara el escándalo del falseo de datos el pasado 20 de abril, Mitsubishi Motors ha perdido casi la mitad de su valor de mercado, en concreto un 49,76 por ciento.