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UGT

La cuestión catalana enfrenta a los candidatos

El secretario saliente critica que José María Álvarez, afincado en Cataluña, apoye el "derecho a decidir"

La cuestión catalana enfrenta a los candidatos

UGT abrió ayer su 42 Congreso Confederal para elegir al sucesor de Cándido Méndez en la secretaría general e impulsar cambios históricos en la estructura del sindicato de tradición socialista. Y la organización llega a ese cónclave con tres aspirantes entre los que en principio sobresale como favorito Josep María Álvarez, el asturiano que ha liderado durante 26 años la UGT catalana. Según sus propias cuentas, parte con más apoyos que sus oponentes (el salmantino Miguel Ángel Cilleros y el canario Gustavo Santana), que apuntaron contra el dirigente afincado en Cataluña: su posición a favor del "derecho a decidir", de someter a referéndum la continuidad o no de Cataluña dentro de España.

No hay precedentes en los 128 años del sindicato fundado por Pablo Iglesias de una situación como la actual, con tres aspirantes a la secretaria general, aunque en la recta final podrían quedar reducidos a dos. En medios ugetistas se cree que Gustavo Santana, el más joven de los candidatos (40 años), no dispondrá de los avales necesarios (el 25% de los 601 delegados) para entrar en las votaciones. Ese pronóstico indica que el congreso, que el sábado proclamará al nuevo secretario general será sobre todo un pulso entre José María Álvarez, procedente de la influyente federación del metal y la construcción (MCA-UGT), y Miguel Ángel Cilleros, responsable estatal de la federación que representa, entre otros, a los trabajadores del transporte y del comercio. Aunque Méndez se ha cuidado de no apoyar explícitamente por ningún candidato, se considera que su apuesta es Cilleros.

Lo corrobora el hecho de que fue el propio Cándido Méndez quien agitó la cuestión catalana. En una entrevista con El País, Méndez respondió que el derecho a decidir conduce a la autodeterminación y que ello es contrario a los valores esenciales de la UGT, entre ellos la defensa de una Seguridad Social única para todo el Estado.

Esas manifestaciones del secretario general saliente incomodaron a José María Álvarez, quien durante un debate radiofónico replicó: "Supongo que el secretario general tiene algún interés en que salga ese tema". Y añadió que UGT nunca ha planteado en Cataluña "la segregación de la Seguridad Social ni la ruptura del marco de relaciones laborales".

Cilleros le respondió que "si pide el derecho a decidir tiene que respetar el derecho a opinar del secretario general", y Santana remarcó que UGT debe ser "meridianamente clara" sobre un modelo de estado que definió como "republicano, federal y asimétrico".

Los tres aspirantes defendieron la necesidad de hacer autocrítica sobre los casos de presuntas irregularidades en el uso de los recursos públicos. Santana pidió "un cambio integral" del sindicato para "recuperar la imagen perdida". Cilleros denunció que pese a los errores "no se puede prejuzgar que UGT no es una organización honesta". Y Álvarez destacó que el sindicato "se siente muy maltratado" porque se le ha metido "en el río de la porquería en el que ya estaba el país" a pesar de que, denunció, "está por ver" si las irregularidades denunciadas en varias regiones lo fueron realmente.

El próximo secretario general habrá de liderar una reordenación interna del sindicato, con la reducción de las federaciones sectoriales de seis a tres, y hacer frente al deterioro de la imagen de las organizaciones mayoritarias en estos años. José María Álvarez lo ve así: "El sindicato ha bajado en la percepción social, pero está fuerte en las empresas".

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