Renault anunció hoy que va a corregir un "error" en la programación de los filtros de gases contaminantes de 15.000 de sus coches Captur, fabricados en Valladolid (España), mientras prepara un plan para reducir las emisiones de futuros vehículos y de otros que ya están en circulación.

El fabricante francés está en el centro de la tormenta desde que la semana pasada se reveló que es objeto de una investigación por los servicios antifraude porque las emisiones de algunos de sus modelos en carretera son varias veces superiores a las que figuran en el manual de homologación.

Urgido por la ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal -que hoy afirmó que Renault ha admitido que debe ajustar sus tecnologías de control de la filtración de sus motores-, el grupo confirmó que está revisando unos 15.000 Captur diesel de 110 caballos ensamblados en Valladolid entre la primavera y el verano pasados.

En julio, señaló a Efe un portavoz, se detectó "un pequeño error en la programación" del filtrado de los gases contaminantes que daba lugar a "emisiones superiores", en septiembre se encontró una solución para corregirlo y, una vez identificado el lote concernido, empezaron las revisiones.

El portavoz añadió que "por casualidad" uno de los Captur con ese defecto fue incluido en la muestra de coches evaluados por la comisión que Royal creó en septiembre pasado, cuando saltó el escándalo por el fraude de Volkswagen.

Hasta ahora han sido 22 los vehículos que se han sometido a esos test, diferentes a los necesarios para su homologación, y han puesto en evidencia que varios de ellos -incluidos el Captur y el nuevo Espace 5 de Renault- contaminan mucho más en un escenario de conducción real.

Los servicios antifraude realizaron registros en varias sedes del constructor automovilístico francés, que ha puesto el acento en que, al contrario que Volkswagen, no ha cometido ningún fraude y en que todos sus vehículos cumplen las reglas de homologación.

Además, insiste en que la revisión de los Captur "no tiene nada que ver" con el trabajo de la comisión técnica, puesto que había empezado en noviembre, aunque no lo hubiera hecho público hasta ahora.

En el caso del Espace 5, las emisiones de los contaminantes analizados el dióxido de carbono (CO2) y el óxido de nitrógeno (NOx) en carretera son hasta más de diez veces superiores a las constatadas en la homologación en laboratorio, según el diario "Les Echos".

La ministra francesa de Ecología puntualizó que Renault no es el único fabricante con ese problema, sino que también hay otros dos -Mercedes y Ford- cuyos coches en condiciones normales de circulación contaminan mucho más de lo que dicen las cifras oficiales.

Ante la polémica generada desde el viernes pasado por esas informaciones, que le hicieron perder en dos jornadas de bolsa casi el 13 % de su valor (hoy sus acciones recuperaban más del 2 % a media hora del cierre), Renault prepara un plan que presentará de antes de final de marzo.

Ese plan aportará "mejoras" en el sistema de reducción de las emisiones para sus coches nuevos, pero también dará la posibilidad a clientes que ahora conducen automóviles de la marca de beneficiarse de dispositivos específicos.

Renault, en cualquier caso, se negó a fijar una cifra para esa nueva revisión y desmintió haberla establecido en 700.000 unidades, como se le ha atribuido en algunos medios.

Lo ocurrido con Renault, después del estallido del escándalo del fraude de Volkswagen, aumenta la presión para modificar rápidamente las reglas de homologación para tener en cuenta condiciones que sean más próximas a las de la circulación normal en carretera.