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Entrevista

Esther Duflo: "El problema en los países ricos no es la deslocalización sino la redistribución"

"No sabemos ni tenemos la opción de modificar el orden mundial pero sí de reducir la pobreza con pequeños cambios" - "Es más lógico hacer las camisetas en Bangladesh, pero es difícil explicarlo a quienes pierden su trabajo"

La economista Esther Duflo, experta en el ámbito de los programas de erradicación de la pobreza. EFE

La economista Esther Duflo, (París, 1970), experta en economía del desarrollo, profesora del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y autora de métodos experimentales para evaluar la eficacia de las políticas de contra la desigualdad social y económica y contra la pobreza en el planeta, y que el viernes recibió en Oviedo el premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, sostiene que la globalización económica y la integración económica está favoreciendo más a los países avanzados que a los pobres del mundo en desarrollo. A su juicio, los efectos problemáticos de la mundialización para las clases trabajadoras del primer mundo no deben ser achacados al comercio internacional y a la integración de los mercados sino a la incapacidad de las instituciones en los países ricos para ejercer una verdadera labor redistribuidora. Duflo, autora de libros y trabajos como "Repensar la pobreza", del que es coautora con Abhijit Banerjee, asevera que es más propio que Bangladesh, y no Alemania, fabrique camisetas, aunque "esto es muy difícil explicárselo a quienes pierden su empleo en los países ricos". Duflo cree que esto debe corregirse con más estado de bienestar en el mundo avanzado mientras el combate contra la pobreza en los países menos favorecidos puede abordarse, sostiene, con pequeños cambios porque "los cambios pequeños", asegura, "pueden tener efectos grandes".

-Plantea abordar el desafío de la pobreza proyecto a proyecto. ¿Afrontar el problema caso a caso no puede hacer que cunda el desaliento ante la inmensidad de las necesidades globales en amplios sectores de la humanidad?

-Es al contrario. Teniendo en cuenta la magnitud del problema, sería más desalentador abordarlo en su globalidad. Yendo paso a paso, desglosando los problemas, es más fácil abordarlos.

-A la globalización de los mercados se las acusa de suscitar una competencia internacional entre los niveles salariales del mundo avanzado y los de los países en desarrollo, lo que estaría ampliando la brecha de rentas en los países ricos. Y a la mundialización de la economía se le atribuye el mérito de achicar achicando las diferencias entre países ricos y pobres. ¿Son correctas tales apreciaciones?

-Ninguna de las dos tesis son totalmente verdadera. En los países ricos, tanto las personas pobres como las ricas reciben ayudas. Por ejemplo, el comercio internacional está favoreciendo una reducción de los precios gracias a las importaciones baratas, y este factor ayuda a todos los ciudadanos del mundo avanzado cualquiera que sea su posición económica. Lo que deben hacer los países ricos es redistribuir esas ganancias. El problema es que sus instituciones no saben cómo hacerlo. Por el contrario, las personas pobres de los países pobres se quedan totalmente al margen de la globalización y de sus ventajas y no les beneficia las bajadas de precios y otros efectos. Muchos de ellos viven además en zonas remotas, por lo que los transportes y las distancias encarecen mucho los productos que precisan.

-Los países desarrollados y sus trabajadores se resisten a perder sectores de actividad, pero sin estas "deslocalizaciones" es muy difícil que los países pobres se incorporen al desarrollo. ¿Cómo resolver la disyuntiva?

-Los países ricos deberían permitir las "deslocalizaciones", pero tienen muchas presiones internas para frenarlas. El problema de fondo no es el desplazamiento de actividades a otras áreas, sino que las instituciones de los países prósperos no saben redistribuir las ganancias que obtienen. La realidad es que no tienen sentido que Alemania se dedique a fabricar camisetas porque es una producción más propia para un país como Bangladesh. Desde luego, esto es muy difícil explicárselo a quien pierde su empleo en un país avanzado a causa de que una industria se va de su país a otro en vías de desarrollo. La solución debe estar en el desarrollo del estado de bienestar. Los países ricos necesitan estado de bienestar para compartir sus ganancias. Pero no tenemos instituciones que sepan hacer la redistribución. Por lo tanto, la culpa de todo esto no debe ser atribuida al comercio internacional, sino a la ausencia en los países ricos de instituciones que sean capaces de redistribuir la riqueza y las ganancias.

-¿Se necesitaría cambiar el orden mundial y el sistema económico para poder acabar con la pobreza?

-En realidad no sabemos cómo cambiar el orden mundial y tampoco tenemos esa opción, pero sí sabemos cómo reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de la gente que lo pasa mal y que tiene muchas carencias. Los cambios pequeños pueden tener efectos grandes. Porque los cambios, aunque no sean masivos, pueden lograr que los países necesitados se incorporen al crecimiento y al desarrollo, y que mucha gente pobre de esos países pueda subirse también a la mejora económica. Por lo tanto, podemos empezar por aquí a trabajar.

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