El presidente del Grupo Volkswagen en Estados Unidos, Michael Horn, admitió hoy ante un comité del Congreso de Estados Unidos que el objetivo del software instalado en algunos de sus vehículos diesel era ocultar sus emisiones reales.

Horn también afirmó que no supo hasta el 1 de septiembre de este año que los vehículos del grupo alemán contenían el software ilegal y añadió que, hasta ese momento, solo sabía que algunos de esos automóviles diésel no cumplían con las normativas estadounidenses sobre emisiones.

Ante las preguntas de los congresistas estadounidenses, el presidente reconoció que no sabía exactamente cómo funciona el software instalado en los motores diésel turbo de 2 litros porque no es "un ingeniero".

Sin embargo, Horn subrayó que la compañía será capaz de reparar los vehículos afectados.

En su testimonio ante el Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, Horn se disculpó en varias ocasiones por las acciones del fabricante alemán y señaló que VW está dispuesta a "aceptar las consecuencias" de sus actos.

El alto ejecutivo ofreció disculpas en nombre de la compañía y sus colegas en Alemania por el "uso de un programa de software" cuyo fin era manipular las emisiones durante las pruebas.

El presidente del grupo alemán explicó que "hay tres grupos de vehículos involucrados, cada uno con uno de las tres generaciones del motor de 2 litros diésel. Cada uno requiere una solución diferente".

Según Horn, los responsables del engaño "serán identificados" y sufrirán las consecuencias, pero "cualquier información en este momento es preliminar".

"Les pedimos su comprensión hasta que terminemos este trabajo", agregó el presidente.