El nuevo presidente de Volkswagen, Matthias Müller, se expresó ayer con rotundidad. " "Seré muy claro: esto va a ser doloroso", manifestó ante 20.000 empleados reunidos en la sede central de Wolfsburgo, en la primera asamblea desde que salió a la luz el trucaje. Müller prometió a sus empleados una aclaración "rápida y sin miramientos" de todo lo sucedido. En la imagen, los trabajadores escuchan el discurso al presidente del comité de empresa, Bernd Osterloh.