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Entrevista

Jesús Fernández-Villaverde: "A Zapatero le pongo un muy deficiente y a Mariano Rajoy, un aprobado raspado"

Jesús Fernández-Villaverde.

Aritmética pura y dura: gastar menos y producir más es la sencilla receta para salir de la crisis que propone para los próximos 25 años Jesús Fernández-Villaverde (Madrid, 1972), catedrático de Economía de la Universidad de Pensilvania. Cada mañana ve con desazón a través de internet cómo España soporta a unos políticos poco o nada preparados para traer la prosperidad a una sociedad que se ve acechada por un populismo capaz de conducirla al fracaso, la pobreza y la desesperación. Casado y sin hijos por decisión propia, este gurú de la economía aconseja en esta entrevista cambiar de una vez por todas el marco español de relaciones laborales para aumentar la productividad y la natalidad y mejorar nuestro sistema impositivo que considera el peor del mundo. En esta ocasión ha viajado a Madrid para dar una conferencia en la Fundación Rafael del Pino sobre los cambios que España necesita para convertirse en una nación abierta, flexible, moderna y, sobre todo, pujante. Poco antes de su intervención habla en exclusiva para Epipress.

-¿Qué tipo de crisis padecemos en España, señor Fernández-Villaverde?

-Padecemos dos tipos de crisis; una a largo plazo que es por falta de productividad, y otra heredada de la enorme crisis financiera que parece que se supera pero de la que aún quedan secuelas.

-¿Sabemos ya lo que nos pasa y lo hemos asumido?

-Creo que siempre lo supimos, pero no se asumió. El primero que miró para otro lado fue Zapatero, que aplicó una política de avestruz. El PP por su parte se empeñó en posponer la solución a los problemas que teníamos, sobre todo, en lo que se refiere al peculiar e inexplicable sistema que había en España de cajas de ahorro. Nunca se han asumido los problemas estructurales de productividad que hay en este país.

-¿Cómo valora el éxito que se atribuye Rajoy de haber evitado el rescate de España por parte de la UE?

-Me parece de un revisionismo hipócrita sin parangón. España fue rescatada y hubo en memorándum firmado entre la Unión Europea y el Gobierno español.

-Pero se evitó un rescate más amplio, ¿no?

-Que a lo mejor no hubiese sido malo para ayudar a la maltrecha economía española. Decir que un rescate más amplio no era necesario es, como diría Rajoy, una frivolidad.

-Usted que ha sido muy crítico con Zapatero. ¿No reconoce entonces que Rajoy le ha dado la vuelta a la crisis que heredó?

-Rajoy es como la madre que te deja dormir la resaca hasta las dos de la tarde después de haberte pasado la noche del sábado de copas. Es cierto que a partir de 2012 no ha hecho nada horrible, pero en 2011 no quiso afrontar problemas como los de Bankia. Rajoy asintió y consintió lo hecho por Rato en Bankia. A Zapatero le pongo en economía un muy deficiente y a Rajoy un aprobado raspado.

-Dicen los expertos que España es un país desconcertante, pues por una parte presume de haber hecho los deberes para salir de la crisis, pero mantiene un nivel de paro insoportable. ¿Cómo resolver ese problema que es seguramente el más grave de todos?

-Cambiando de una vez por todas el marco de relaciones laborales. Hay que ir hacia un contrato único para el 98 por ciento de los trabajadores. Para el cobro de las pensiones habrá que apostar por el modelo de mochila austriaco.

-¿Cómo es ese modelo?

-Es una especie de colchón que se usa en caso de que un empleado sea despedido de su empresa o se quiera jubilar. El empresario, al igual que hace con las cotizaciones sociales, va aportando cierta cantidad de dinero cada mes a una bolsa de la que el empleado puede disponer en caso de despido o jubilación. Lo que está claro es que el sistema español de pensiones es insostenible.

-¿De qué forma influye en ese sistema la baja natalidad que hay en España?

-Influye totalmente. Las españolas tienen una media de 1,39 hijos y esa tasa de natalidad es insostenible para mantener el Estado de Bienestar.

-Es que tampoco es fácil ser madre y trabajar.

-¡Exacto! Tener hijos hoy en día en España es una irresponsabilidad. Para fomentar la natalidad hay que cambiar el contrato laboral, apostar por el trabajo a tiempo parcial y atraer a inmigrantes cualificados que hagan más sostenible nuestra economía propiciando el ahorro nacional y el de las familias.

-Manuel Lagares, el jefe de los expertos que elaboraron una propuesta de reforma fiscal para Rajoy, acaba de decir que España ha hecho bastantes recortes en el gasto público y que lo que queda ahora es terminar con el déficit público que aún se sitúa en los 60.000 millones de euros. ¿Cómo conseguir ese objetivo?

-Propiciando el crecimiento económico, reduciendo el gasto público e incrementando la recaudación de impuestos.

-¿Habla de más impuestos?

-Tenemos el peor sistema impositivo del mundo y si se cambiase sería más sencillo y más transparente lo que serviría además para garantizar mejor la lucha contra el fraude. Lo que no se puede consentir es tener una deuda del 98 por ciento del PIB. Hay que reducirla.

-¿Cómo veía usted "el milagro español" cuando Rodrigo Rato era ministro de Economía y Hacienda de Aznar?

-No lo recuerdo porque en aquella época yo era un estudiante y pienso que cuando uno está en la universidad tiene que estar para estudiar y no irse de huelga ni hacer o pensar en tonterías. Creo que su política fue correcta entre 1996 y 2000. De 2000 a 2004 todo se torció, se hizo mal y ahora vemos lo que vemos.

-A un Rato que ha pasado de la gloria a la defenestración, ¿no?

-Es que nos vendían que Rato era un gran economista. El problema de la corrupción en España es que ha quitado la ingenuidad a los españoles que ya no confían en lo que les dice el Gobierno. Es muy triste porque a mí me gustaría vivir en una sociedad en la que pueda confiar de mis gobernantes.

-Usted ha llegado a calificar de "abismal" la falta de liderazgo en España. ¿A qué se debe en su opinión?

-En España hay un problema en la selección de las élites. El sistema de partidos de 1977 funcionó en aquel momento pero tendría que haber evolucionado a partir de 1990. Hoy tenemos en puestos de poder a personas que no debían haber llegado a esos cargos de responsabilidad. ¿Qué han hecho Zapatero y Rajoy desde el punto de vista de su formación en esta vida?

-¿Cómo habría que cambiar el modelo de elección de nuestras élites?

-Ahora es complicado y las soluciones que se empiecen a adoptar no darán resultado hasta 2050. No podemos tener gobiernos formados por personas que se pasan de la función pública, de las oposiciones, a la Administración. Eso es endogámico. Habría además que reformar el sistema electoral para que los partidos se abriesen a savia nueva y hay que acabar con el capitalismo de amiguetes.

-¿Influye esa endogamia en que ninguna universidad española se encuentre entre las 200 del ránking de Shanghái?

-Por supuesto. El sistema de selección de profesores es tan malo que hace imposible tener buenos alumnos. La selección de rectores es además una locura. No puede ser una elección democrática sino basada en criterios de calidad. Una universidad pública mala no perjudica a la burguesía, sino al chaval cuyos padres no tienen dinero para enviarle a Cambridge u Oxford.

-¿Qué diferencia fundamental hay entre la Universidad de Pensilvania donde usted imparte clases, y la universidad española en general?

-Mi universidad es privada pero en las universidades públicas estadounidenses prima la autonomía en la gestión, tienen sus propias estrategias y los departamentos demuestran su calidad a través de la producción de investigación internacional. Yo, por ejemplo, tengo vetado fichar a mis alumnos para hacer un doctorado. Hay que dar resultados y muy buenos y si no los das te echan.

-Señor Fernández-Villaverde, ¿por qué el crédito sigue sin llegar a las empresas tras haber sido saneado el sector bancario español mediante el rescate europeo?

-Los bancos quedaron muy tocados en sus carteras de crédito y aún están tratando de digerir esa situación. Por otra parte, muchas empresas tampoco demuestran estar boyantes. Eso genera incertidumbres que frenan a los bancos a dar créditos con alegría.

-¿Qué sacrificios nos quedan por hacer para reducir nuestro endeudamiento público y privado?

-Es pura aritmética. Tenemos que asumir que durante los próximos 25 años lo que produzcamos tendrá que ser más que lo que consumimos o invertimos. Habrá que apostar por un sistema fiscal prudente con el gasto público y habrá que adelgazar las administraciones públicas para que sean austeras. No podemos seguir gastando por encima de nuestras posibilidades.

-¿Cómo valora los primeros pasos del nuevo gobierno griego de Syriza?

-Ha ignorado todas las recomendaciones que le han hecho los técnicos. Es absolutamente irresponsable.

-¿Cómo afectaría a Grecia y a nosotros la salida del euro del país heleno?

-Sería una desgracia para todo el proyecto de la Unión Europea. Las consecuencias que esta salida tendría en un español medio no se saben porque es una situación que nunca antes se ha dado. Creo que se ha hecho un gran esfuerzo por aislar a Grecia y probablemente por ello no pasaría nada. La verdad es que no me gustaría estar en la piel del que tendrá que decir a Grecia que hasta aquí hemos llegado. No sé si sus gobernantes son un grupo de inútiles o lo que quieren es salir del euro, a pesar de que la mayoría de los griegos no quiere, y están provocando para que les echen. El gobierno griego se comporta como el novio que hace perrerías para que le deje la novia.

-¿Es verdad que Rajoy no les perdona a usted y a Luis Garicano un artículo en el que criticaban el populismo del PP?

-Quizás. A Rajoy le cae tan mal Garicano que ni lo nombra. Ese artículo lo hicimos sobre la marcha en una cafetería de Londres. Poco después nos echaron de Fedea (fundación de análisis económicos) y además el PP filtró un contrato que yo tuve de asesoramiento técnico en la Oficina económica del presidente del Gobierno en la época de Zapatero. La verdad es que me parecen pataletas propias de niños de seis años.

-Usted que ha acusado al PP de populismo, ¿teme que Podemos llegue a gobernar en España?

-No llegará porque tiene competidores en su espacio natural en siete Comunidades Autónomas. La verdad es que no sé qué defiende Podemos, son poco claros y su programa económico está lleno de tonterías y números que nunca cuadran.

-Profesor, ¿qué papel están haciendo los sindicatos en España para defender la reforma laboral que nos haga más competitivos?

-Los sindicatos solo defienden a sus afiliados, a los que llevan en la empresa toda la vida y no quieren cambios. Suelen ser hombres de una edad media de 55 años y de baja cualificación. La verdad es que los sindicatos no han hecho nada por mejorar el marco de relaciones laborales y adaptarlo al momento.

-¿Ve a su compañero Garicano capacitado para ser ministro del Gobierno que necesita España?

-¡Qué voy a decir yo de mi amigo! Garicano es muy listo. ¿Por qué no podría ser un buen ministro de Economía para España?

-Supongo que a usted le dan más confianza Garicano y Conthe, economistas-estrella de Ciudadanos, que Vicenç Navarro, que asesora a Podemos y dice que los bancos prefieren una ciudadanía pobre y endeudada.

-Sin duda. Prefiero no decir nada sobre Navarro.

-Usted nos pone a Margaret Thatcher como ejemplo de que se puede salir adelante, pero el recuerdo de su política pone los pelos de punta al menos a la mitad de la sociedad española.

-Nadie duda hoy en día en Gran Bretaña de la valentía de Margaret Thatcher al afrontar una reforma muy dura y difícil en un momento muy complicado. Lo que sucede es que además Thatcher disfrutaba con la confrontación. Reformas más duras tuvo que aplicar Suecia en los 90, pero desde el consenso. En esta vida hay que apostar de entrada por el consenso, pero si no se llega a nada con él no hay que temer a la confrontación.

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