La Comisión Europea (CE) ha suavizado este miércoles su disciplina fiscal con Francia e Italia, con la concesión de un mayor margen a ambos países para que reduzcan su déficit y su deuda pública, respectivamente, bajo la exigencia de que apliquen más reformas.

La CE ha dado una nueva prórroga de dos años, hasta 2017, a Francia para reducir su desvío presupuestario a menos del 3% del PIB -como exigen las normas europeas-, un gesto que París había solicitado con insistencia en los últimos meses ante la debilidad de la economía francesa.

Bruselas, que tendría que haberse pronunciado sobre esta cuestión el pasado noviembre pero prefirió esperar hasta al menos marzo para decidir cómo proceder en esta delicada cuestión, ha optado así por dar aire a la segunda economía de la eurozona.

Sin embargo, al mismo tiempo la Comisión ha querido mantener un mensaje duro con París al plantearse dar un paso más en el proceso contra los desequilibrios macroeconómicos, que considera "excesivos".

Por ello, exige al país que se comprometa a redoblar los esfuerzos en términos de reformas y de políticas fiscales, de modo que comience a aplicar ya en los próximos tres meses medidas para contener el desvío, so pena de dar otro paso más allá e iniciar el proceso que puede concluir en la imposición de multas millonarias.

"Francia es el caso más complicado que hemos discutido. Está claro que tiene que acelerar sus esfuerzos tanto en el plano de reformas estructurales como en el fiscal", subrayó el vicepresidente de la CE para el Euro y el Diálogo Social, Valdis Dombrovskis, al anunciar las decisiones tomadas este miércoles, por sorpresa, y que ahora deberán recibir el visto bueno de los Estados miembros.

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, dijo que, pese a que las medidas adoptadas por París "van en la buena dirección", no son suficientes y "la situación no ha mejorado particularmente", por lo que la Comisión le exige que "cumpla completamente" con una reducción del déficit estructural del 0,5 % del PIB este año.

Tres meses después de que los Veintiocho den su visto bueno a la prórroga y las medidas propuestas, la Comisión analizará si Francia ha hecho ya un ajuste del 0,2% del PIB, a lo que se ha comprometido por carta el ministro de Finanzas galo, Michel Sapin.

Si Francia "cumple, no se darán más pasos (en el procedimiento por déficit excesivo), pero si no cumple, existe la posibilidad de que se avance en el proceso", explicó Dombrovskis.

La Comisión también pide a París medidas decisivas para reducir sus desequilibrios macroeconómicos, ahora "excesivos", y en caso de que no cumpla con las expectativas de Bruselas, podría decidir en mayo avanzar en el proceso europeo y abrir un procedimiento al país.

"Francia estará bajo control reforzado, podríamos decir", explicó el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, en el pleno del Parlamento Europeo, al tiempo que advirtió de que Bruselas "va a seguir de forma muy intensa los ajustes presupuestarios que París debe aplicar".

Respecto a Italia, la Comisión ha decidido no abrir un procedimiento de déficit excesivo al país, pese a que incumple con el objetivo que le marcó Bruselas para reducir su deuda pública, una decisión que también se ha tomado para el caso de Bélgica, que se encuentra en una situación similar.

"Una aplicación estricta del criterio de la deuda habría llevado a una corrección de dos puntos básicos, que habría sido demasiado difícil para un país que ha pasado por cuatro años consecutivos de recesión", afirmó Moscovici.

El comisario comentó que la Comisión considera suficientes las medidas que el país planea tomar para reducir su desvío, por lo que no volverá a reconsiderar su situación en mayo.

La CE subrayó que la economía italiana presenta "desequilibrios macroeconómicos excesivos que requieren la toma de acciones políticas decisivas y una vigilancia específica", mientras que la belga, tiene "desequilibrios".

En el caso de Bélgica, la Comisión insistió en que esos desequilibrios exigen "medidas y supervisión", sobre todo debido a los problemas que el país tiene en competitividad exterior, lo que representaría un creciente riesgo para su estabilidad macroeconómica.

La CE concluyó su revisión de la situación macroeconómica de 16 países y detectó que cinco de ellos presentan desequilibrios "excesivos": además de Francia e Italia, también Croacia, Bulgaria y Portugal.