El consejero delegado del Banco Santander, Javier Marín, tiene hasta el próximo enero para decidir si se prejubila antes de cumplir 49 años, abandona definitivamente la entidad y opta por recibir más de 18 millones de euros.

El Banco Santander ha anunciado hoy que José Antonio Álvarez, actual director financiero del grupo, será en 2015 el nuevo consejero delegado en sustitución de Marín, que asumió el cargo a finales de abril de 2013.

En un comunicado remitido por la entidad, su presidenta, Ana Botín, agrade a Marín la gran labor que ha desarrollado durante veintitrés años en el banco y "muy especialmente" durante su etapa como consejero delegado.

Sin embargo, no desvelaba el futuro del actual consejero delegado que, a pesar de que apenas cuenta con 48 años, tiene derecho a acogerse a una prejubilación debido a que cesa en su cargo por razones distintas a su libre voluntad, tal y como recoge el último informe de gobierno corporativo del Banco Santander.

Es decir, Marín puede prejubilarse y recibir una asignación de 800.000 euros anuales hasta que alcance los 65 años, o sea, durante 17 ejercicios más, lo que equivale a embolsarse 13,6 millones.

Y si a eso se suma que, a cierre de 2013, el actual "número dos" del Banco Santander tenía ya derecho a una pensión de jubilación de unos 4,3 millones de euros que a lo largo de este año habrá seguido creciendo, el banquero podrá irse con la tranquilidad de que puede llegar a cobrar más de 18 millones de euros.

La única condición es que no vaya a otro banco ya que, aunque no parece muy probable, si lo desea, puede optar por reincorporarse a su puesto de director general del Banco Santander y no acogerse a la prejubilación que puede recibir en asignaciones anuales en forma de renta o de capital.