El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha dicho hoy que hay que respetar la decisión que toma cada comunidad autónoma sobre la reforma fiscal y ha añadido que no todas están en la misma situación en cuanto a la reducción de déficit, por lo que ha admitido que puede haber "diferencias significativas".

En su comparecencia ante los medios en el Congreso, durante la celebración en el pleno del debate sobre los tres proyectos de ley (IRPF, IVA y Sociedades), Montoro ha subrayado que si la reforma hubiera avanzado en la financiación autonómica y local habría sido un ordenamiento conjunto de impuestos.

El ministro ha añadido que al no ser así es una reforma hecha en el ámbito de competencia de los impuestos del Estado.

Montoro ha reiterado que la reforma significa en primer lugar una subida de salarios, "porque todos los trabajadores y los funcionarios públicos mejoran su salario con la bajada del IRPF", y en segundo lugar un impulso para las empresas, para favorecer su capacidad de competir y de invertir.

Además, ha recalcado que la reforma fiscal servirá para que el crecimiento económico sea más fuerte, lo que repercutirá en la Unión Europea (UE), y ha asegurado que también impulsará la creación de empleo.

En su opinión, 2016 será un año "diferente para todos", con unos escenarios de crecimiento que harán también que mejore la propia financiación de las comunidades autónomas y la corrección del déficit.

En el debate, los diferentes grupos parlamentarios han defendido las enmiendas que todavía quedan vivas y también han reiterado su punto de vista sobre la reforma fiscal y que han venido exponiendo en la tramitación parlamentaria.

El portavoz del PSOE, Pedro Saura, ha afirmado que la reforma fiscal es el instrumento más importante para acabar con la desigualdad y el estancamiento, objetivos que, en su opinión, no cumple la reforma del Gobierno.

Saura ha afirmado que ésta es "muy ideológica, electoralista y muy irresponsable".

El diputado de CiU Josep Sanchez Llibre ha pedido al Gobierno que, al igual que ha ocurrido con el sector de las flores, el IVA cultural pase del 21 % al 10 %.

El portavoz de UPyD, Álvaro Anchuelo, ha dicho que la reforma es electoralista y que no simplifica los impuestos ni evita la elusión fiscal.

Pedro Azpiazu, del PNV, ha acusado de "vampirismo político" al PP por apropiarse de una enmienda de su grupo relativa a sociedades.

Por parte de La Izquierda Plural, Alberto Garzón, ha criticado al Ejecutivo que no escuche la opinión de los inspectores de Hacienda y que les quite competencias.

Dentro del grupo Mixto, Olaia Fernández Davila (BNG) ha dicho que es una reforma fiscal "frustrante"; Teresa Jordá (ERC) ha afirmado que los ricos serán cada vez más ricos y los pobres más pobres; y Rafael Larreina (Amaiur) ha afirmado que no ataja problemas básicos como el fraude o la elusión fiscal.

Por su parte, la diputada del PP Matilde Asian ha incidido en que desde el principio el Gobierno ha querido hacer una reforma con un amplio consenso y ha añadido que es mucho más que una bajada de impuestos, "es un instrumento para potenciar el desarrollo económico y social".