El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha decidido rebajar en 10.000 millones de dólares (7.276 millones de euros) el importe de sus programas de compra de deuda, desde los 85.000 millones de dólares (61.845 millones de euros) hasta los 75.000 millones de dólares (54.474 millones de euros).

En un comunicado, la Fed apunta que, "teniendo en cuenta el grado de ajuste fiscal" desde que puso en marcha el programa de compra de activos, el Comité ve "una mejora de las condiciones de la actividad económica y del mercado laboral en consonancia con la creciente fortaleza subyacente de la economía en general".

"Tras el progreso acumulado en el camino al máximo empleo y la mejora de la perspectiva de las condiciones del mercado laboral, el Comité decidió reducir modestamente el ritmo de sus compras de activos", anuncia la Fed.

En concreto, la Fed ha reducido en 5.000 millones de dólares (3.628 millones de euros) tanto las compras de valores respaldados por hipotecas, hasta 35.000 millones de dólares (25.396 millones de euros), como las de bonos del Tesoro a largo plazo, hasta 40.000 millones de dólares (29.023 millones de euros). Sin embargo, seguirá reinvirtiendo los beneficios obtenidos al vencimiento de los valores adquiridos con anterioridad.

En su opinión, estas compras que aún realizará deberían "mantener las presiones a la baja en los tipos de interés a largo plazo, apoyar los mercados hipotecarios y ayudar a hacer las condiciones financieras más acomodaticias en general, lo que debería promover una recuperación económica más fuerte".

A este respecto, incide en que vigilará de forma cercana la información que surja en los próximos meses sobre la evolución económica y financiera, y garantiza que continuará con "la compra de valores hipotecarios y empleará otras herramientas que sean apropiadas" hasta que se logre una mejora del mercado laboral en un contexto de estabilidad de precios.

En este sentido, remarcó que si la información futura apoya su previsión de una mejora de las condiciones del mercado laboral y de una inflación acercándose a sus objetivos podría reducir de nuevo las compras de activos de forma gradual en futuros encuentros,.

"Sin embargo, las compras de activos no son una senda preestablecida, y las decisiones del Comité sobre sus ritmos seguirán supeditadas a las perspectivas económicas del comité, así como a la valoración de la probable eficacia y los probables costes de estas compras", agrega.

Por otro lado, ha mantenido una vez más los tipos de interés en un rango objetivo de entre el 0% y el 0,25%, y ha vuelto a garantizar unos tipos en niveles "excepcionalmente bajos", al menos hasta que la tasa de paro continúe por encima del 6,5% y mientras las expectativas de inflación a uno o dos años no superen el 2,5%.

Evaluación de la economía

Por otro lado, la Fed destaca que la información recibida desde su reunión del mes de octubre sugiere en general que la actividad económica ha continuado expandiéndose a un "ritmo moderado", así como que las condiciones del mercado laboral ha mejorado de nuevo y la tasa de paro ha descendido, aunque siguen siendo elevada.

Asimismo, constata que el gasto de los hogares y la inversión fija empresarial han aumentado, mientras que la recuperación del sector inmobiliario se ha ralentizado en los últimos meses. Además, añade que la política fiscal sigue limitando el crecimiento económico, aunque en un menor grado que en octubre,

Respecto a los precios, señala que la inflación se ha mantenido por debajo del objetivo del Comité, pero las expectativas a largo plazo se han mantenido estables. Aún así, admite que una inflación permanentemente por debajo del objetivo del 2% puede acarrear riesgos.

En este contexto, la Fed confía en que con una política acomodaticia adecuada el crecimiento económico repunte próximamente y el desempleo descienda hasta un nivel coherente con su mandato.

La decisión de mantener la política monetaria contó con el voto a favor de todos los miembros del comité a excepción de Eric S. Rosengren, quien cree, con una tasa de desempleo aún elevada y una inflación bastante por debajo del objetivo, los cambios en el programa de compra de deuda son "prematuros" y se debe esperar a datos "más claros" que indiquen que un crecimiento económico sostenido.