La banca sana no entiende el empeño del Gobierno por hacerle entrar en el capital del banco malo y se muestra reticente a "mezclarse" con la parte que requiere de ayudas públicas, según explicaron fuentes financieras. Más aún cuando los ´test de estrés´ de Oliver Wyman han trazado una línea divisoria entre el sector.

El plan de negocio presentado por la Sareb a la banca que aprobó las pruebas de resistencia (Santander, BBVA, Caixabank, Kutxabank, Sabadell, Unicaja y Bankinter) plantea captar 500 millones de estas entidades, más 1.500 millones en deuda subordinada.

"Nadie está contento", resumen las mismas fuentes. Los recursos propios de la Sareb sumarían un total de 4.000 millones, unos 1.000 millones en efectivo más otros 3.000 millones en deuda, por lo que estas líneas provisionales darían cumplimiento a la máxima del Gobierno de que el sector privado se haga con una mayoría del banco malo.

Para atraer a la banca sana, el Ministerio ha ofrecido que la deuda cuente con un cupón del 6%, siempre vinculado a que el banco malo tenga beneficios. Según las previsiones de Economía, esto no ocurriría hasta a partir del séptimo año. Este interés, sumado a una rentabilidad esperada sobre el capital del 14%, dejaría un retorno medio de la inversión del 10%.

Por otro lado, el banco malo prevé que el precio de la vivienda en España comience a subir en 2017 de forma sostenida a una media del 3 % anual, aunque hasta entonces espera dos años más de caídas y otros dos de estancamiento. La sociedad pronostica que la vivienda terminada empezará a revalorizarse a un ritmo del 3 % anual desde 2017 y durante al menos 10 años más. Sin embargo, antes de todo eso caerá una media del 2,8 % en 2013 y del 1,5 % en 2014, y luego permanecerá sin cambios en 2015 y 2016.