La economía española crecerá de media entre 2011 y 2060 un 1,7%, según recoge un estudio elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que sitúa el incremento del PIB español para los próximos 50 años por debajo de la media de la economía global (2,9%) y de la OCDE (2%).

En concreto, prevé que España crezca de media en el periodo comprendido entre 2011 y 2030 un 2%, cifra inferior a la media del 2,9% registrada entre 1995 y 2011. Sin embargo, este incremento del PIB será aún menor entre 2030 y 2060, cuando descenderá hasta el 1,4%.

"El PIB mundial está previsto que crezca alrededor del 3% de media en los próximos 50 años, aunque se prevén amplias diferencias entre países y regiones. Los países emergentes de rápido crecimiento serán los principales impulsores de las perspectivas a largo plazo", explica la institución en su estudio 'Looking to 2060: A Global Vision of Long-Term Growth'.

Entre las economías analizadas por la OCDE que más crecerán en los próximos 50 años se encuentran India (5,1%), Indonesia (4,1%), China (4%) y Arabia Saudí (3,1%). Por el contrario, las que menos serán Alemania y Luxemburgo (1,1% ambas), Japón (1,3%), Austria, Grecia, Italia y Portugal (1,4% en los cuatro países) y Francia, Corea y Polonia (1,6%).

Asimismo, la OCDE explica que las tasas de crecimiento de los países emergentes se ralentizarán con el tiempo, convergiendo hacia las previstas para los países de la organización.

Además, añade que el tamaño relativo de las diferentes economías cambiará radicalmente en los próximos 50 años, ya que el PIB de China e India juntos superará pronto el de todas las economías del G7 y en 2060 será mayor que el de la OCDE con sus actuales miembros.

Calidad de vida

Por otro lado, la OCDE también remarca que el crecimiento y la calidad de vida están respaldados por la implementación activa de reformas fiscales y estructurales. "Amplias reformas estructurales y una política fiscal más ambiciosa podría aumentar el nivel de vida de media un 16% respecto al escenario base de mejoras políticas moderadas", agrega.

La organización dirigida por Angel Gurría también subraya que ambiciosas reformas de los mercados de productos, que aumenten el incremento de la productividad, podrían incrementar el PIB global de media alrededor de un 10%, mientras que políticas que lleven a la convergencia hacia mejores prácticas en la participación de la fuerza laboral podrían incrementar el PIB casi un 6% de media.

Asimismo, apunta que pese al rápido crecimiento en los países emergentes y de bajos ingresos, las grandes diferencias entre los países en términos calidad de vida persistirá en 2060. Así, aunque los ingresos per capita en las economías más pobres se cuadrupliquen hasta 2060, la calidad de vida en estos países será solo entre un 25% y 60% respecto a la de los países avanzados.

Así, cree que los desequilibrios globales podrían ampliarse hasta 2030 e incluso alcanzar niveles previos a la crisis, aunque apunta que unas reformas fiscales y estructurales más rápidas podrían reducir los desequilibrios en alrededor de una cuarta parte para esa fecha.