El Ibex 35 ha cedido un 0,48% al cierre de mercado y se estanca en los 7.624 puntos, desanimado por las palabras del presidente del BCE, Mario Draghi, sobre su rechazo a garantizar un nivel máximo de la prima de riesgo española. Precisamente, el diferencial del bono español a 10 años escalaba a los 450 puntos básicos.

Solo siete valores del índice cerraron la jornada con ganancias, liderados por Mediaset, que se ha revalorizado un 3,50% y Gamesa, que se ha anotado una subida del 2,46%.

Los otro cinco valores que han logrado cerrar en positivo han sido Mapfre (+2,46%), Ebro Foods (+0,72%), Repsol (+0,67%), Abengoa (+0,56%) y Banco Santander (+0,05%).

En cambio, las caídas las ha liderado Popular, que se ha dejado un 2,95% dos días antes de celebrar la junta extraordinaria que previsiblemente apruebe la ampliación de capital por importe de 2.500 millones de euros.

Endesa (-2,77%) y Caixabank (-2,68%) han seguido a Popular al frente de las caídas, como Abertis (-2,16%), IAG (-2,13%), Técnicas Reunidas (-2,04%), Bankia (-1,82%), Banco Sabadell (-1,80%), Red Eléctrica (-1,65%) Indra (-1,53%) y FCC (-1,53%).

Asimismo, han cerrado en rojo Enagás (-1,34%), ACS (-1,32%), OHL (-1,17%), Amadeus (-1,05%), Sacyr-Vallehermoso (-1,04%), DIA (-0,97%), Arcelor Mittal (-0,92%), Acerinox (-0,84%), Bankinter (-0,75%) e Inditex (-0,68%).

Otros valores han registrado pérdidas al cierre, aunque menores a la del índice general, como Iberdrola (-0,39%), Gas Natural (-0,38%), Bolsas y Mercados (-0,34%), Acciona (-0,17%), Ferrovial (-0,14%), Grifols (-0,1%), BBVA (-0,07%) y Telefónica (-0,03%).

El analista de XTB Daniel Álvarez ha explicado que las palabras de Draghi sobre la fuerte condicionalidad del programa de compra de bonos han provocado cierto temor de los inversores y que el mercado se haya dado la vuelta al cierre, en una jornada que parecía "prometedora" por el rebote técnico tras la caída de ayer y la buena subasta del Tesoro.

Además, las palabras del presidente del BCE han vuelto a poner de manifiesto que la institución continúa "obsesionada" con su mandato de inflación, advirtiendo que en esta época de crecimientos negativos es clave mantener la estabilidad de precios, algo que ahora mismo no pesa mucho en la mente de los inversores, que soñaban con unas bajadas de tipos que no se han producido ni en la Eurozona ni en Inglaterra.