La incertidumbre que planea sobre el futuro de los cuatro bancos nacionalizados, Bankia, Novagalicia, CatalunyaCaixa y Banco de Valencia, se despejara el 28 de noviembre, día en que la Comisión Europea aprobará el plan de reestructuración y recapitalización de estas entidades.

El vicepresidente de la Comisión Europea y Comisario Europeo de la Competencia, Joaquín Almunia, indicó hoy, durante una intervención en el Fórum Europa, en Madrid, que en cada uno de los planes se especificará qué debe hacer cada entidad para alcanzar un ratio de capital del 9 por ciento.

De esta manera, explicó, se detallará exactamente cuantos millones necesita la entidad nacionalizada, y que parte de sus activos inmobiliarios pasarán al llamado "banco malo", el Sareb, que "a su vez también deberá ser capitalizado".

Según el informe elaborado por la consultora Oliver Wyman, Bankia debería recapitalizarse en un escenario económico adverso con 24.743 millones, Catalunya Caixa necesitaría 10.825 millones, Novagalicia 7.176 millones y el Banco de Valencia 3.462 millones.

El comisario no ha querido confirmar las informaciones que hoy publica la prensa económica sobre las exigencias que Bruselas querría imponer a Bankia, como vender todas sus participaciones y negocios de gestión de activos, de banca mayorista y banca privada, para dedicarse exclusivamente a la banca minorista.

"Estamos casi al final de la negociación de su plan de reestructuración. No puedo dar un desmentido de lo publicado. Las decisiones se tomarán el 28 de noviembre", apuntó.

Almunia ha recordado que el informe de Oliver Wyman reconocía unas necesidades de capital en la banca española de casi 60.000 millones de euros, aunque la línea de crédito que ha ofrecido Bruselas a España es de hasta 100.000 millones

El comisario ha recordado que es la Comisión Europea la responsable de "aprobar la recapitalización (de los bancos españoles) con dinero público", por lo que "no habrá un solo euro antes de que este acuerdo esté adoptado por la CE".

En este proceso están colaborando también el BCE y el Eurogrupo, así como los "16 estados de la zona euro que contribuyen a financiar este mecanismo".

Una vez aclarado el futuro de las nacionalizadas, se estudiarán los planes de los cuatro bancos que necesitarán ayudas públicas, como son BMN, Liberbank, Caja3, y CEISS.

El resto de las entidades analizadas no necesitarán dinero público ni tendrán presentar un plan de reestructuración, como son BBVA, Santander, Caixabank, Kutxabank, Unicaja, Bankinter, Sabadell, Ibercaja y el Popular.

Se da la circunstancia de que Ibercaja necesita 226 millones y el Popular 3.223 millones, aunque ambas entidades se han comprometido a captarlos este mismo año sin ayudas públicas.