El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, aseguró hoy que la previsión del Gobierno de que el PIB caerá un 1,5 % este año se cumplirá "con relativa facilidad", pese a que numerosos organismos internacionales esperan un deterioro de hasta un 1,7 %.

Durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados, Jiménez Latorre aseguró que "en el último trimestre se han registrado datos más favorables de lo previsto", por lo que el Gobierno confía en que se cumplan sus estimaciones sobre la evolución de la economía.

En declaraciones a los periodistas, el secretario de Estado de Economía ha indicado que "siempre hay incertidumbres", pero ha subrayado que el efecto de las medidas que se adoptaron en junio se irá viendo a lo largo del año.

"Nada hace pensar que no se vaya a cumplir el déficit. Las Comunidades Autónomas tienen que ir haciendo sus deberes. Todo tiene riesgos pero pensamos que se puede alcanzar el objetivo de este año", aseveró.

Para el próximo ejercicio, el Ejecutivo de Mariano Rajoy contempla una caída del 0,5 % del PIB por la mejoría gradual de la economía, debido a "los ajustes y las reformas estructurales, las mejoras en las condiciones de financiación gracias a la relajación de las tensiones y la mejoría de los socios comerciales", señaló Jiménez Latorre.

Precisamente, el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, consideró el jueves que la previsión de caída del PIB para el próximo año es "ciertamente optimista" y recordó que la desviación estimada por las organizaciones internacionales y analistas sitúan la bajada del PIB en el 1,5 %.

Durante su comparecencia, Jiménez Latorre señaló que la economía española mejorará en los próximos años gracias a las reformas adoptadas por el Gobierno, especialmente la del mercado laboral.

En concreto, tendrá un impacto en el crecimiento potencial de la economía del 4,5 % del PIB, a lo que hay que sumar la reforma financiera, que aportará una mejora de 1,6 puntos.

Según el secretario de Estado de Economía, la reforma fiscal supondrá un avance del 0,9 % del PIB, mientras que la reforma de las pensiones impulsará la economía un 0,4 % del PIB.

Para Jiménez Latorre, "es normal que los inversores tengan dudas sobre la capacidad del Tesoro para su financiación y sobre la sostenibilidad de la deuda pública".

No obstante, añadió que "es imprescindible recuperar la confianza de los inversores y continuar con los ajustes, que son costosos e impopulares, pero necesarios para recuperar la senda de crecimiento".