El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha asegurado hoy sobre la posible petición de ayuda por parte de España a los socios europeos, que el Gobierno "tomará la mejor solución posible" para el país y también para los socios europeos.

"Sería una irresponsabilidad tomar una decisión al respecto sin saber las implicaciones que puede tener no solo para España, sino para toda la UE", ha indicado el ministro durante su comparecencia, a petición propia, en el Congreso de los Diputados, para explicar los resultados del informe de Oliver Wyman sobre la banca española, que desveló unas necesidades de capital de 53.745 millones de euros.

Además, el ministro contestaba así a los diferentes portavoces parlamentarios, que han demandado hoy al ministro que el Gobierno aclaré si finalmente España pedirá ayuda europea.

El ministro, que se ha referido a las palabras de ayer del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que desmintió una petición de ayuda inminente, ha insistido en que el Ejecutivo "tomará la mejor decisión" sabiendo las condiciones.

Dichas condiciones, según ha matizado, "está en torno" a lo que ya se ha comprometido España, que es reducir el déficit excesivo.

En este sentido, ha explicado que el memorándum de entendimiento de la ayuda a la banca española no contemplaba ninguna condicionalidad macroeconómica, solo bancaria.

Por último, el ministro ha explicado que el fondo de rescate temporal (MEDE), se constituirá el próximo lunes, día en el que celebrará su primera reunión.

Wyman no contempla el rescate a España

La consultora Oliver Wyman, encargada de evaluar la resistencia del sector financiero español ante un deterioro de la economía hasta finales de 2014, no contempla el rescate de España en un escenario base, el "más probable" que ocurra, para determinar las necesidades de capital de la banca española.

El escenario macroeconómico para los tres próximos años que Oliver Wyman considera a través de estimaciones "prudentes" recoge que la rentabilidad del bono español a 10 años roce el 7% tanto en 2013 como en 2014.

En concreto, la tasa de interés que los inversores exigirían a la deuda soberana española a 10 años se instalaría en el 6,7% en esos dos años, por lo que el rescate de España no entraría entre las posibilidades que contempla la consultora en el ejercicio de estrés aplicado a la banca.