Decenas de clientes de Spanair buscan alternativas en el aeropuerto de Palma

Decenas de viajeros afectados por la suspensión de actividad de la aerolínea Spanair buscan en el aeropuerto de Palma alternativas en otras compañías para volar a sus destinos sin ninguna ayuda de la empresa catalana, que mantiene cerrados sus mostradores.

Los pasajeros que esta mañana tenían billetes para volar a Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla hacen cola ante las oficinas de otras compañías que cubren estas rutas para comprar nuevos pasajes.

Empleados de Aena les han informado de las tarifas alternativas pactadas con otras aerolíneas como Air Europa, Iberia y Vueling, aunque los afectados se quejan de que estos precios no incluyen las tasas y lamentan molestos el abandono al que se sienten sometidos por parte de Spanair.

Según han relatado varios testigos, anoche se vivieron momentos de tensión cuando los pasajeros que tenían plaza en el último vuelo de Spanair en Son Sant Joan (23.30 horas), que tenía como destino la ciudad marroquí de Nador, se encararon a los trabajadores de la compañía tras ser informados de la cancelación del trayecto.

La aerolínea cerrada tenía previsto operar hoy en Palma seis vuelos de salida y cinco llegadas, mientras que mañana había programados nueve despegues y siete aterrizajes, según han informado a EFE fuentes de Aena.

El otro aeropuerto balear afectado por la suspensión de actividades de Spanair es el de Ibiza, con cuatro vuelos de salida y cuatro de entrada tanto hoy como mañana.

En Palma, sede de la compañía hasta que en 2009 fue adquirida por un grupo inversor catalán con respaldo de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, los clientes se quejaban esta mañana del cierre de las oficinas de Spanair, lo que desmiente la afirmación de la compañía de que mantiene sus mostradores abiertos.

Un joven que buscaba un billete alternativo para viajar a Barcelona ha explicado a EFE que la única información que tenía era del personal de Aena, que le ha explicado que "Spanair no vuela y no han reubicado a la gente en otros vuelos".

"Te tienes que buscar tú la vida. Nos han dado una hoja informativa en la que nos dicen los precios que han puesto otras compañías, pero ahí falta añadir tasas. He llamado al teléfono de Spanair ocho o diez veces y no lo cogen", se ha lamentado.

Una viajera que ha de tomar esta noche un vuelo de Madrid hasta Bolivia ha encontrado un billete para llegar a la capital, pero como las condiciones de equipaje son distintas se ha visto obligada a pagar 100 euros extra, además del nuevo pasaje.

"Es un problema muy grande", ha declarado esta mujer, quien a la pregunta de si ha obtenido alguna información por parte de Spanair responde tajante: "Nada".

Otros pasajeros afectados, que hacen cola ante un mostrador cercano al que Spanair mantiene cerrado, también explican que la única información de que disponen la han tenido por los medios de comunicación y lamentan que la suspensión de los vuelos se haya decidido de manera tan abrupta.

Un agente de viajes responsable de la ruta de un grupo de escolares que mañana iban a volar a Barcelona para esquiar unos días en una estación pirenaica considera "una estafa" la actuación de Spanair y se queja de la escasez de plazas alternativas en otras compañías y del excesivo coste de esos billetes.