El Gobierno belga respaldó este martes la idea de que el banco Dexia cree un "banco malo" que reagrupe a sus activos tóxicos, y que tendría la garantía del Estado.

El Consejo de Ministros restringido que trató este martes la crisis del banco franco belga acordó la continuación de las actividades de la entidad para evitar su desmantelamiento.

Bélgica, junto con Francia, aportará "si fuera necesario" una garantía financiera a fin de crear una estructura en la que "aislar las actividades y los elementos que puedan pesar sobre las actividades bancarias de Dexia", declaró a los medios tras la reunión el primer ministro en funciones, Yves Leterme.

El viceprimer ministro y titular de Finanzas, Didier Reynders, apuntó a que esa garantía sería inferior a la ofrecida durante la crisis financiera de 2008, cuanto totalizó 90.000 millones de euros.

Reyders recalcó el objetivo del Gobierno de Bruselas de asegurar la continuidad de Dexia.

Desmantelar la entidad "es lo contrario de lo que queremos hacer", afirmó el titular de Finanzas, citado por la agencia belga tras la reunión.

Leterme insistió en que Dexia es una entidad con futuro y se esforzó en recalcar que los pequeños ahorradores no deben temer a la situación, ya que el Estado garantiza hasta 100.000 euros.

La reunión del Consejo de Ministros restringido había sido convocada con urgencia por Leterme por el desplome de las acciones de Dexia, que se hundieron más del 33% en la apertura de la bolsa de Bruselas, si bien luego se recuperaron algo hasta perder algo más de un 22% al cierre.

Este desplome se debió a que los inversores y analistas interpretaron el comunicado con que se cerró una reunión de urgencia del consejo de administración en el sentido de que la entidad estudiaba su desmantelamiento para ganar liquidez.

La exposición a la deuda griega -Dexia atesora 3.462 millones de euros en bonos helenos- fue precisamente lo que precipitó la caída en picado de la entidad que, sólo un mes después de pasar con buena nota el examen europeo, ya anunció las pérdidas más elevadas de su historia, por unos 4.000 millones de euros.

Las acciones bajaron algo más de un 10% el lunes, después de que la agencia de calificación Moody's advirtió de que podría revisar a la baja la nota de las tres principales entidades operativas de Dexia por el deterioro en la liquidez del grupo.

El Banco Nacional de Bélgica (BNB) intentó tranquilizar a los pequeños ahorradores al afirmar el dinero depositado en Dexia "está perfectamente seguro" y "no hay razón para que los clientes saquen su dinero".

En la misma línea, el presidente del comité de dirección de Dexia Bélgica, Jos Clijsters, insistió en que "el dinero de los clientes de Dexia está en seguridad total".