El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, abogó ayer por que la cantidad destinada en los fondos para la formación de los desempleados sea "al menos" la misma que la dedicada a los ocupados, frente al 60% de ese reparto que reciben estos ahora y el 40% que va a la formación de los parados.

Tras reunirse con los responsables autonómicos de empleo para analizar la reforma de las políticas activas de empleo, Gómez señaló que en la actual situación es conveniente redistribuir mejor esos fondos, al menos la mitad para cada caso, que supondría que se repartieran los 2.100 millones a partes iguales.

Gómez informó del "ambicioso" calendario de reuniones que habrá en las próximas fechas que continuarán "el próximo día 25 con un encuentro entre los directores de los servicios públicos de empleo autonómicos con el director general de empleo y la secretaria de Estado", y el día 29 con los interlocutores sociales.

Asimismo, destacó que el objetivo es impulsar un cambio de modelo con nuevos programas y con la reorientación de la financiación y de los fondos de formación. Con ello, lo que se busca es también "acortar la permanencia en el desempleo, no con sanciones y sí con apoyo y un mejor trabajo de formación".

El ministro señaló que se intentará que no haya mucha diferencia entre lo que recibirá cada comunidad autónoma, ya que una cosa es preservar la unidad de mercado, "que se hace teniendo la misma regulación laboral", y otra aplicar las mismas políticas para realidades distintas.