El primer ministro irlandés, Brian Cowen, aseguró hoy que su Gobierno no sacrificará la soberanía del país si finalmente acepta la ayuda financiera internacional.

Cowen efectuó esas declaraciones mientras su Gobierno negocia en Dublín con la Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) la posibilidad de activar un fondo económico de emergencia para solventar los problemas del sistema bancario nacional y las dificultades presupuestarias.

Previamente, el ministro de Finanzas irlandés, Brian Lenihan, afirmó que Irlanda podría aceptar una ayuda económica para la banca.

Lenihan precisó que los problemas de Irlanda no son "presupuestarios", sino bancarios, pues identificó deficiencias "estructurales" en el sistema financiero.

En respuesta a las acusaciones de la oposición irlandesa, el primer ministro insistió en que la soberanía irlandesa sobre política económica no "está cuestionada".

Cowen recordó que su país, en términos monetarios, comparte su soberanía con los socios comunitarios, con los que trabaja, dijo, para hallar una solución a problemas más amplios.

"Será la decisión soberana del Gobierno irlandés, en representación del pueblo irlandés, la que dé forma a cualquier paquete (económico) que revierta en nuestros intereses", recalcó.

"De momento, estamos estudiando cuales son las mejores opciones", añadió el "Taoiseach" (primer ministro) con palabras similares a las utilizadas por su ministro de Empresas y Comercio, Batt O'Keefe, quien ha comparado las conversaciones con la citada comisión técnica a una partida de póquer.

Cowen también insistió en que, según el texto del Tratado de Lisboa de la UE, los asuntos fiscales son cuestiones que solo competen a los Gobiernos nacionales, al tiempo que consideró "innegociable" la reducción del impuesto sobre sociedades, que actualmente está fijado en el 12%, una tasa que algunos socios comunitarios califican de competencia desleal.

Dublín confía en que la comisión no decida incrementar los límites fijados por el Gobierno en el plan de recortes cuatrienal, que se presentará la próxima semana y del que se espera que genere un ahorro de 15.000 millones de euros y reduzca el déficit hasta el 3 por ciento del Producto Interior Bruto (PBI) en 2014.

La primera fase de ese plan comenzará a rodar el próximo 7 de diciembre con la presentación de los presupuestos generales para 2011, en los que se incluyen recortes por valor de 6.000 millones de euros, una cifra que el Ejecutivo también quiere mantener intacta.