El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, pidió hoy "responsabilidad" en la gestión de la crisis de la deuda en la zona euro, dado que "las decisiones de un país afectan a los demás".

"El euro es el signo más visible y palpable de nuestro destino común. Compartir una moneda significa que las decisiones de uno afectan a todos", dijo Van Rompuy, quien añadió que "el interés nacional y el europeo no pueden continuar por separado".

"Ahora, tenemos que actuar con responsabilidad", exigió el presidente del Consejo Europeo, en una conferencia que ofreció en Bruselas, en la que recordó que la UE tiene "los instrumentos necesarios para intervenir, si son necesarios y solicitados (por el estado miembro)".

Las declaraciones de Van Rompuy se producen poco antes de que los ministros de Finanzas de la zona euro celebren su reunión mensual (Eurogrupo) en Bruselas, en la que se tratarán las dificultades de financiación de algunos países, especialmente de Irlanda y Portugal.

Los distintos líderes de la Unión Europea han insistido en los últimos días en que permanecen preparados para salir al rescate de Irlanda en el caso de que ésta solicite la ayuda financiera de sus socios, a lo que Dublín se ha resistido por el momento.

El presidente del Eurogrupo, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, dijo hoy que "si los irlandeses presentan una solicitud de ayuda ante la Unión Europea, ésta les será concedida" y advirtió del riesgo de contagio a otros países de la región en caso de no hacerlo.

"Los irlandeses saben muy bien que no se trata sólo de Irlanda", dijo Juncker a la televisión alemana DAF.

Fuentes diplomáticas explicaron que Irlanda está maniobrando para lograr que el rescate afecte sólo a su deteriorado sector bancario y no a su presupuesto público, para evitar tener que pactar un duro paquete de reformas y condiciones con sus acreedores.

De momento, el Gobierno irlandés ha cifrado el rescate del sistema financiero, que tiene un gran peso en la economía de ese país, en unos 50.000 millones de euros, lo que elevará la cifra de déficit público en 2010 hasta el 32% del PIB, aunque se estima que éste podría ser mayor.

Por su parte, el ministro portugués de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, advirtió ayer del "alto riesgo" de que su país tenga que solicitar ayuda financiera a la comunidad internacional ante el temor de los mercados a un contagio de la crisis irlandesa.

En Madrid, la ministra de Economía y Hacienda española, Elena Salgado, dijo ayer que "en absoluto" puede ocurrir a España lo que ha sucedido a Irlanda y añadió que el Ejecutivo "no está presionando" para que este país pida ayuda a la UE.