La volatilidad que vuelve a recorrer Europa estos días aumentó ayer ante el anuncio de que el déficit de Grecia es casi dos puntos porcentuales mayor a lo calculado hasta ahora y en medio de las preocupaciones por que Irlanda, e incluso Portugal, tenga que acudir a un rescate por parte de la Unión Europea (UE).

El ministro portugués de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, manifestó ayer que existe un "alto riesgo" de que su país tenga que solicitar ayuda financiera de emergencia a la comunidad internacional ante el temor de los mercados de un contagio de la crisis irlandesa en la eurozona.

"El riesgo es alto porque no estamos afrontando sólo un problema nacional o de un país. Es el problema de Grecia, Portugal e Irlanda", manifestó Teixeira dos Santos al Financial Times.

El responsable portugués de Finanzas explicó que "esto tiene que ver con la eurozona y con la estabilidad de la eurozona" y que esta es la razón por la que "el contagio es el escenario más probable".

Mientras, y unque, de momento Irlanda no ha pedido ayuda de la Unión Europea (UE), la Comisión Europea adimitió ayer que la situación de las finanzas públicas de ese país es grave.

"Las autoridades irlandesas no han hecho ninguna petición de asistencia financiera. La deuda pública irlandesa está plenamente financiada hasta verano de 2011. No hay necesidad inminente en esa área", explicó el portavoz del comisario de Economía de la UE, Olli Rehn.

Las tensiones hicieron bajar nuevamente el euro, sobre todo tras el anuncio de la oficina de estadísticas de la UE, Eurostat, de que el déficit de Grecia en 2009 fue del 15,4 por ciento del producto interno bruto (PIB), en vez del 13,6 por ciento estimado en abril pasado.

La cifra pone en duda que el país vaya a ser capaz de cumplir con sus metas de reducir el déficit en los plazos prometidos. "La revisión enfatiza la enorme tarea que enfrenta Grecia para conseguir que sus finanzas vuelvan al equilibrio", dicen lois expertos que apuntan que "harán falta más medidas para garantizar que Grecia obtenga en 2011 su meta de déficit de un 7,6 por ciento del PIB", una de las condiciones del paquete de 110.000 millones de euros que le fue otorgado al país en mayo para salvarlo de la bancarrota.

Hoy se lleva a cabo en Bruselas una reunión de ministros de Economía del bloque en la cual, según fuentes cercanas al Consejo de la UE, los 27 socios comunitarios podrían intentar convencer a Irlanda que, a pesar de sus resistencias, acuda al fondo de rescate europeo y del Fondo Monetario Internacional (FMI) para el euro, por valor de 750.000 millones de euros a tres años. La Unión Europea aseguró que está "lista" por si Irlanda pidiera la activación de ese fondo.

Por su parte, los mercados de deuda relajaron ayer su presión sobre la economía de Irlanda al fijar el bono irlandés a 10 años, el principal referente sobre el riesgo de una suspensión de pagos, en el 8,1%, ocho décimas menos que el pasado viernes.

Esto rebajó la prima de riesgo irlandesa, es decir su diferencial con el título alemán de referencia, hasta los 560 puntos básicos, el mismo nivel que el jueves pasado, cuando todavía no se habían desatado las especulaciones sobre un plan de rescate para Irlanda.