La primera reunión entre el Gobierno y los sindicatos tras la huelga general del 29-S no sirvió ayer para reactivar el diálogo social, aunque la secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, subrayó que ese no era el objetivo de un encuentro que ha tratado de ser una "primera toma de contacto".

La reunión había generado expectativas por la posible reanudación del diálogo social, roto el pasado junio después de que el Gobierno aprobara la reforma laboral, que fue el detonante de la convocatoria de la huelga general del 29 de septiembre.

A la reunión, en la que también estuvo por parte de Trabajo la secretaria de Estado de Inmigración, Ana Terrón, asistieron los secretarios de Acción Sindical de CCOO, Ramón Górriz, y de UGT, Toni Ferrer, y las responsables de Empleo de ambos sindicatos, Paloma López y Almudena Fontecha, respectivamente.

Para CCOO y UGT, el conflicto social que llevó a la huelga general sigue abierto, por lo que mantuvieron que el diálogo social no se reanudará en tanto el Gobierno no modifique su política económica y la patronal deje de "obstaculizar" la negociación colectiva.

Górriz indicó que ambas organizaciones sindicales han emplazado al Ejecutivo a que retire los aspectos más lesivos de la reforma laboral, descongele las pensiones y abandone la pretensión de alargar la vida laboral.

Objetivos: Las líneas del Ejecutivo

El Gobierno es concretar las tres líneas de actuación. La primera se centrará en orientar a los desempleados de sectores como la construcción a otros que el Gobierno quiere fomentar. La segunda, se refiere a la necesidad de ajustar mejor la competencia del Estado, que regula las políticas activas de empleo, y la tercera, "equilibrar" los servicios públicos de empleo con las agencias privadas de colocación.