Rolls-Royce confirmó ayer que la causa del fallo detectado en el A380 de Qantas, que tuvo que aterrizar de emergencia en Singapur el pasado jueves, es un problema específico de los motores Trent 900 de la firma.

"Está claro que este incidente es específico para el motor Trent 900", indicó el proveedor de motores en un comunicado, tras la serie de controles e inspecciones realizadas en colaboración con Airbus en los aviones A380 propulsados por este tipo de motores.

La compañía señaló que dichos controles se completarán progresivamente, lo que permitirá reanudar la explotación de estas aeronaves cumpliendo con las normas de seguridad.

"Estamos trabajando en estrecha colaboración con Airbus, con nuestros clientes y con las autoridades y, como siempre, la seguridad sigue siendo nuestra máxima prioridad", recalcó la compañía.

Rolls-Royce indicó asimismo que este fallo es ajeno al detectado en un motor Trent 1000 el pasado mes de agosto en un banco de pruebas en Derby. Este otro incidente ocurrió durante un programa de desarrollo con un funcionamiento del motor fuera de los parámetros normales. El fabricante detectó entonces el origen e implementó la solución. La compañía indicó que es el primer incidente de este tipo detectado en un motor Trent 900 de gran capacidad de Rolls-Royce desde 1994. Desde entonces, Rolls-Royce ha acumulado 142 millones horas de vuelo en Trent y motores RB211.

Qantas desveló ayer la existencia de "ligeras anomalías" en algunos motores de su flota de A380 tras las inspecciones realizadas con posterioridad al incidente por fuga de aceite, por lo que ha decidido mantener en tierra sus A380 durante 72 horas más para realizar una revisión en mayor profundidad.

Las acciones de Rolls-Royce que habían caído un 4% a media sesión en la Bolsa de Londres a raíz de la confirmación de los problemas en tres motores de dos aviones A380 de Qantas, cerraron la jornada con un repunte.