Las viviendas terminadas descendieron un 30,3% hasta agosto respecto al mismo periodo de 2009, con 55.741 inmuebles, y se situaron por debajo de los visados para iniciar nuevas obras, que alcanzaron las 62.868 unidades, según datos del Ministerio de Fomento.

Los promotores frenaron en seco la iniciación de viviendas con la llegada de la crisis, pero los pisos que se iban terminando no dejaron de crecer hasta 2008, al corresponderse a inversiones realizadas con anterioridad. De esta forma, se generó un abultado ´stock´ de viviendas sin vender. Pero los datos de agosto constatan que el ajuste de la oferta residencial está finalizando y que los proyectos para construir nuevas viviendas superan ya al número de viviendas terminadas, al tiempo que se ha empezado a absorber el ´stock´.