El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, subrayó ayer la importancia de prevenir las protestas durante la cumbre del G20 de Seúl e instó a los miembros de seguridad a evitar incidentes que podrían ensombrecer el encuentro.

"La acogida de una cumbre del G20 exitosa depende de sus esfuerzos para prevenir cualquier problema. No importa lo buenas que sean las agendas de reuniones o los acuerdos, cualquier pequeño incidente minaría todo el evento", indicó Lee a algunos responsables de seguridad de la cumbre, según informó la agencia local Yonhap.

Lee hizo estas declaraciones durante una visita al centro del COEX, en el sur de la capital surcoreana, donde los días 11 y 12 de este mes se reunirán los líderes de las principales economías industrializadas y emergentes. La visita del presidente Lee, que recibe informes diarios sobre los preparativos para la cumbre del G20, coincide con el día en que la Policía surcoreana ha entrado en su máximo nivel de alerta ante la proximidad de la llegada de los 32 jefes de Estado y de Gobierno y de organizaciones internacionales que participarán en la reuniones.

30.000 agentes de Policía y 20.000 antidisturbios estarán en situación de emergencia.