La Junta Ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó ayer el paquete de "reformas de largo alcance" por el que los países en vías de desarrollo, China en particular, aumentarán su peso en las votaciones del organismo y España verá incrementados tanto su contribución económica como su papel en el sistema decisorio, según el nuevo reparto.

El Consejo Ejecutivo del FMI otorgó a España el dos por ciento del voto total, la cifra que reclamaba el Gobierno español.

España contaba hasta ahora con una cuota (poder de voto) del 1,4 por ciento, con lo que ocupa la posición décimoquinta en el organismo. Con la reforma aprobada ayer, su posición sube dos puestos, hasta el décimotercero.

El Gobierno español creía que su cuota se elevaría al 1,7 por ciento, según dijo la ministra de Economía, Elena Salgado, durante su visita al FMI el pasado 9 de octubre.

Aun así, "estaríamos por debajo de lo que nos correspondería", dijo la ministra. El dos por ciento conseguido es una vieja reivindicación española en el Fondo.

El reparto de poder en el organismo se calcula a través de las cuotas, una ecuación que mide diferentes variables, como la apertura económica y el producto interior bruto de un país.

La cuota de un país sirve para medir su peso en el fondo, su capacidad de voto, así como la aportación económica a la institución.

Para el director gerente del organismo, Dominique Strauss-Kahn, esta reforma supone en su conjunto, "un incremento importantísimo de la representación de los mercados emergentes y países en vías de desarrollo" y, en términos generales, "una reforma histórica de la institución".

En virtud de la nueva proporción, aceptada una semana antes de la cumbre del G-20 que tendrá lugar en Seúl, "los diez principales contribuyentes al fondo representan ahora a los diez primeros países del mundo: Estados Unidos, Japón, los cuatro principales países de Europa (por orden de peso en la votación, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) y los cuatro BRICs (Brasil, Rusia, India y China)". Así, "el orden de los países es igual al orden que tienen en la economía global", añadió Strauss-Kahn.

Estados Unidos se mantiene en cabeza de la lista de los países con la mayor proporción de voto del FMI, que no obstante ha sido reducida desde el 17 por ciento hasta 16,4 por ciento (con todo, casi tres veces más importancia que el segundo en la lista, Japón). No obstante, el nuevo reparto catapulta a China al tercer puesto de los países mejor representados, con un 6,07 por ciento, más de tres puntos que antes. Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, India, Rusia y Brasil completan, por este orden, la lista de los diez países con mayor importancia en la votación.

En conjunto, Strauss-Kahn subraya que la mitad de voto procederá de economías avanzadas y una tercera parte del voto vendrá dada por países productores de petróleo. "Sólo un 20% del peso de la votación provendrá de otros países en vías de desarrollo", añadió. En el caso de España, el aumento de la proporción de voto en medio punto va acompañado de un incremento a la contribución, en este caso el 2% del total, desde el 1,4% antes de la reforma.

En total han incrementado su contribución económica 110 de los 187 países miembros del FMI, un organismo que comprende un total de 102 países considerados emergentes o en vías de desarrollo, quienes mantendrán intacta su voz en el proceso de votación, según el FMI.