El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, confirmó este jueves que no va a relajar más su política monetaria, por lo que no va a seguir los pasos de la Reserva Federal estadounidense (Fed).

En la rueda de prensa tras la reunión del consejo de gobierno, Trichet dijo que la entidad va a mantener su estrategia de retirada gradual de las medidas excepcionales aplicadas en la crisis, ya que se normaliza la situación en los mercados de dinero y la economía se recupera.

La Fed anunció un controvertido plan de estímulo monetario mediante la compra de bonos por valor de 600.000 millones de dólares para abaratar los préstamos e impulsar la lánguida recuperación del país.

"Las medidas no convencionales son por definición de naturaleza temporal", dijo Trichet.

Por ello, el consejo de gobierno observará todos los acontecimientos e informará en diciembre sobre el futuro del suministro de liquidez y la forma de adjudicación, lo que se conoce como medidas no convencionales, anunció Trichet.

El BCE mantiene también el controvertido programa de compra de deuda pública que inició a comienzos del pasado mayo para apoyar el buen funcionamiento del mercado de bonos públicos, que sufre actualmente tensiones por la crisis de endeudamiento europea.

Trichet señaló que el BCE ha comprado deuda pública en los últimos días, si bien rehusó especificar el país de procedencia de los bonos.

Esta semana algunos medios informaron de que el BCE compró deuda irlandesa después de que aumentara el diferencial del rendimiento con la deuda alemana hasta niveles récord.

El rendimiento de la deuda pública de Grecia, Portugal e Irlanda ha subido en las últimas dos semanas ya que los inversores se han desprendido de los bonos por las dificultades económicas y políticas que atraviesan esos países.

Previamente el consejo de gobierno del BCE decidió mantener su tasa rectora en el 1 por ciento por decimonoveno mes consecutivo.

El Banco de Inglaterra dejó inalterados los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5 por ciento y comunicó que no ampliará la dotación de su programa de emisión de dinero para la reactivación del mercado crediticio.

Los expertos descartan también la posibilidad de que el Banco de Inglaterra relaje más su política monetaria como ha hecho la Fed.

En EEUU las tasas se sitúan actualmente entre el 0 y el 0,25 por ciento y en Japón entre el 0 y 0,1 por ciento.

Mañana el Banco de Japón (BoJ) intentará evitar que las medidas que ha aprobado la Fed puedan repercutir en una apreciación del yen que dañe sus exportaciones.

Trichet consideró que el mercado de dinero se encuentra en continuo proceso de normalización, como muestra la subida de los tipos de interés debido a una demanda más baja de los bancos comerciales de la liquidez del BCE.

No obstante, el presidente del BCE hizo hincapié en que "no es una situación normal" que algunos bancos de la zona del euro dependan de la financiación especial que les proporciona el BCE.

Rehusó comentar la actuación de la Fed pero descartó que las autoridades estadounidenses sigan una estrategia de un dólar débil.

El euro se disparó dos centavos de dólar hasta el máximo desde enero, por encima de 1,4250 dólares, tras conocerse el plan de estímulo monetario de la Fed.

Esta apreciación podría perjudicar las exportaciones de la zona del euro y poner en peligro la actual recuperación económica, encabezada por Alemania.