El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió hoy mantener los tipos básicos de interés en la zona del euro en el 1 por ciento por decimonoveno mes consecutivo.

El banco emisor europeo informó en Fráncfort de que también dejó inalterada, en el 1,75 por ciento, la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a los bancos.

A su vez, el BCE mantuvo la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, en el 0,25 por ciento.

El Banco de Inglaterra dejó inalterados los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5 por ciento y comunicó que no ampliará la dotación de su programa de emisión de dinero para la reactivación del mercado crediticio.

En EEUU las tasas se sitúan actualmente entre el 0 y el 0,25 por ciento y en Japón entre el 0 y 0,1 por ciento.

El euro se disparó hoy en la negociación europea hasta el máximo desde enero, por encima de 1,4250 dólares, después de que la Reserva Federal estadounidense (Fed) anunciara la compra de deuda pública por valor de 600.000 millones de dólares.

La apreciación del euro puede perjudicar las exportaciones de la zona del euro y lastrar la recuperación económica liderada por Alemania.

A partir de las 12.30 horas GMT, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dará más detalles de las deliberaciones del consejo de gobierno en una conferencia de prensa en su sede en Fráncfort.

El analista de Commerzbank Michael Schubert descartó que el BCE vaya a seguir los pasos de la Fed y destacó que los propios bancos comerciales de la zona del euro han mostrado que no quieren una base monetaria tan amplia.

El BCE ha prestado a los bancos comerciales de la eurozona liquidez ilimitada desde la quiebra de Lehman Brothers y teme que muchas entidades de crédito no hagan esfuerzos para reducir la dependencia de sus facilidades y buscar financiación en el mercado de dinero.

Con esta medida, la entidad monetaria europea ayuda a los bancos de los países periféricos, los que más dificultades tienen, a que se refinancien y a tener liquidez suficiente.

Las empresas españolas tuvieron la tasa más alta de rechazo a la solicitud de un préstamo bancario con un 14 por ciento en el primer semestre de 2010, si bien la situación ha mejorado, ya que en 2009 este porcentaje fue del 22,5 por ciento, según el BCE.