El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha reconocido que el aumento del paro en octubre es un mal dato, pero ha asegurado que la comparación con los meses de octubre de los últimos diez años muestran una "lenta pero progresiva" recuperación del mercado laboral.

En rueda de prensa, Gómez insistió en que todavía es pronto para hacer un balance de los efectos de la reforma laboral y aseguró que previsiblemente el Gobierno hará una primera valoración a final de año, cuando la norma tenga al menos tres meses desde su aprobación por el Parlamento.

El ministro señaló que el aumento del desempleo en octubre es en buena medida un dato estacional, que responde a la finalización de tareas agrarias de temporada y al término de la campaña turística de verano para el sector servicios.

No obstante, dijo que los más de 68.000 parados del mes pasado se acercan a la media de 64.000 registrada en los meses de octubre de los últimos diez años, e hizo hincapié en que es una cifra muy inferior a los más de 98.000 parados de octubre de 2009 y los más de 192.000 de octubre de 2008.

En su opinión, eso significa que poco a poco se va alcanzando el punto de equilibrio en el que no se destruye empleo, aunque insistió en que la creación neta de empleo no llegará hasta la segunda mitad de 2011.

Flujos de entrada en las empresas

También dijo que las empresas "están reconstruyendo lentamente los flujos de entradas a sus plantillas", como muestra el hecho de que entre enero y octubre se han hecho 290.000 contratos más que en el mismo periodo de 2009.

Reconoció que es prematuro imputar el comportamiento en la contratación a la reforma laboral, pero aseguró que "hay datos esperanzadores" y "da la impresión" de que progresivamente se logrará que el contrato de fomento del empleo indefinido tenga más peso.

Gómez explicó que la temporalidad se ha visto reducida como consecuencia de la propia crisis, dado que son los primeros puestos de trabajo que se sacrifican, y dijo aspirar a que el porcentaje de contratados indefinidos llegue a estar entre el 11 y el 12% frente al 8,8% actual.

No obstante, advirtió de que la recuperación económica traerá necesariamente consigo un aumento de la temporalidad, pero consideró que no hay que preocuparse demasiado porque "lo primero es recuperar el empleo, y la transformación (de temporales en fijos) vendrá después".